El ciclista se formó en la catera del Caja Rural amateur donde permaneció tres de los últimos cuatro años. Hace dos temporadas compitió en el Rías Baixas de Nigrán antes de regresar al equipo de formación de la escuadra navarra.
No obstante, el paso al profesionalismo no le llegó a través del segundo mejor equipo español. El ciclista porriñés recibió esta temporada la llamada del Boavista de Portugal y, tras probar en varias pruebas con ellos, la formación decidió integrarlo en el equipo y el corredor no tuvo dudas.
«La primera temporada es de aprendizaje. Tendré que trabajar para los dos mejores corredores del equipo que son Fonte y Rui Sousa. El Boavista es un equipo de escaladores y precisaban un corredor más de mi perfil, que los pudiera ayudar», explica Ucha y reconoce que «en Portugal hay un buen nivel, hay bastantes equipos y están saliendo corredores hacia el pelotón internacional. Es una buena opción».
La oportunidad le llega a Jacobo Ucha a los 23 años y reconoce que, además, mejorará en los desplazamientos porque «podré pasar más tiempo en casa. Ir a la sede del Caja Rural me suponía siete horas de desplazamiento. El Boavista está en Oporto e ir hasta allí es hora y media. Ahorro mucho en viajes y estoy cerca para cualquier cosa».
Como objetivo deportivo, Ucha reconoce que buscará «más que nada aprender e intentar entrar en el equipo de la Volta Portugal, que es una prueba que se vive mucho. En Portugal hay afición y ahora se están metiendo los equipos de fútbol en el ciclismo». El porriñés también indica que «hay bastantes carreras y de distinto perfil, por lo que habrá oportunidades».
Y es que Ucha es un ciclista que se aleja del escalador. Es más un rodador con una buena llegada y que podría pasar la media montaña con solvencia. Al menos, así lo hizo en el campo amateur y tendrá que encontrar su hueco ahora entre los profesionales del pelotón portugués. No será el único porque a sur de Miño corren veteranos ilustres Alejandro Marque (Aluminios Antarte) y Gustavo César Veloso (W-52, Oporto) y ciclistas de proyección como Óscar González (Sporting de Lisboa) o Ángel Rebollido (W-52, Oporto). La salida natural para los corredores gallegos ante la falta de oportunidades.