Si alguna vez has visto ‘Arthur, the King’, la película protagonizada por Mark Wahlberg que narra la increíble historia real de un corredor de aventuras y su inseparable perro callejero durante una carrera extrema, sabrás que las competiciones de raids de aventura son mucho más que un desafío físico. Son una prueba de resistencia, estrategia y corazón. Y precisamente ese espíritu ha llevado al equipo Expenature.fr – Tracktherace, del que forma parte el vigués Adrián Moreira, a proclamarse campeón de la Tierra Indómita Adventure Race Vulcania 2025, una de las pruebas más duras de la copa del mundo de carreras de aventura, celebrada en los imponentes Andes chilenos. Con un recorrido de 500 kilómetros y 12.000 metros de desnivel positivo, este cuarteto internacional demostró que la unión y la perseverancia son clave para conquistar lo imposible.
Una victoria épica en condiciones extremas
El pasado 14 de marzo, tras 78 horas sin descanso, el equipo formado por los gallegos Adrián Moreira y Marcos Muiño, el francés Romual Viale y la brasileña Mariana Pontes cruzó la meta en Lonquimay, un pequeño pueblo andino rodeado de volcanes y lagos cristalinos. Durante tres días, se enfrentaron a un trazado de ocho etapas que combinaba trekking, bicicleta de montaña y kayak, sorteando paisajes tan espectaculares como implacables: desde ríos helados hasta cumbres volcánicas a más de 2.700 metros de altura. «De día estabas a 30 grados y de noche bajaba drásticamente», recuerda Adrián. «Una noche paramos a dormir una hora y, al despertar, las bebidas ya estaban congeladas».
La carrera, que forma parte de la Adventure Racing World Series, no solo exige una preparación física excepcional, sino también una capacidad mental sobresaliente para navegar en terrenos salvajes donde un error de orientación puede costar horas. «Tenías que estar muy atento para no perderte», explica Moreira, quien asumió junto a Romual el rol de navegante del equipo. «Solo dormimos cuatro horas en total, y mientras uno navegaba, el otro tomaba decisiones. Es un equilibrio perfecto: poder decir ‘abandono el mapa dos minutos’ y comer tranquilo sabiendo que tu compañero te cubre es un lujo».
Este tipo de competiciones ya son en sí mismas todo un reto pero la aventura del equipo no estuvo exenta de dificultades adicionales. Mariana, afectada por una alergia que le complicaba la respiración, puso a prueba la cohesión del grupo. «Tuvimos que adaptarnos, ayudarla y bajar el ritmo, pero es una mujer muy fuerte y nunca se planteó abandonar», cuenta Adrián con admiración. Este esfuerzo colectivo les valió no solo el título, sino también una plaza para el Campeonato Mundial de Canadá en septiembre.
De Vigo a los confines del mundo
Adrián Moreira no es un novato en este deporte. Nacido en Vigo, su historia con los raids de aventura comenzó casi por casualidad, en casa de un amigo inseparable. «Estábamos con su hermana, que nos habló de un entrenamiento de orientación en su club de montaña (Aromon). Le dije ‘me apunto’. Fue un entrenamiento de seis horas que nos dejó destrozados. Llegué a casa y le dije a mi padre: ‘Esta gente está loca, entrena todos los días’. No me di cuenta de que algo se había encendido dentro de mí», rememora con una sonrisa. Aquel día marcó el inicio de una pasión que lo ha llevado a recorrer medio mundo, desde bosques patagónicos hasta desiertos remotos.
Sus primeros pasos en el deporte fueron humildes. «En nuestros primeros raids teníamos que llevar una autorización de nuestros padres porque éramos menores», recuerda. Con el tiempo, su dedicación y un don innato para la orientación lo convirtieron en un referente dentro de esta disciplina. Hoy, además de competir, organiza eventos como el Campeonato de España de Raids de Aventuras, que este mayo llevará a Pontevedra. «Me hace mucha ilusión, aunque no puedo contarte mucho: ni siquiera nosotros, los raiders, sabemos dónde estarán los puntos de control hasta que nos dan el mapa en la salida», confiesa.
Un equipo forjado en la confianza
La victoria en Tierra Indómita no sería posible sin un equipo bien ensamblado. Adrián y Mariana, a quien conoce desde hace años, ya tenían una conexión sólida. A ellos se unió Romual, un francés con quien habían compartido noches en otras copas del mundo, y Marcos Muiño, otro gallego de confianza. «Sabíamos que iba a ser un buen equipo», asegura Moreira. «En estas carreras, el grupo debe permanecer unido siempre. No solo se trata de correr rápido o navegar bien; el factor psicológico es fundamental».
Financiar esta aventura no es tarea fácil. «Lo sufragamos con dinero de nuestro bolsillo, por eso no competimos tanto como quisiéramos. Tenemos colaboradores que nos ayudan con descuentos en material, y en este mundo toda ayuda cuenta», explica. Pese a las limitaciones, su determinación los ha llevado a lo más alto.
La hazaña de conquistar lo indómito
Ganar una carrera como Tierra Indómita es una proeza que trasciende lo físico. Los equipos tienen seis días para completar el recorrido, pero el reloj nunca se detiene. Cada decisión (dormir, comer, ajustar el ritmo) es una apuesta estratégica. El entorno, con vistas a cinco volcanes y antiguos bosques de araucarias, recompensa el esfuerzo, pero sobre todo castiga cualquier descuido. ·Si crees que correr non-stop es duro, imagina hacerlo mientras navegas en el mapa, tu cabeza no para de hacer cálculos·, reflexiona Adrián.
Para este vigués, la victoria es un sueño hecho realidad y un testimonio del poder del trabajo en equipo. Desde sus inicios en Vigo hasta formar parte del Expenature.fr – Tracktherace en Chile, Adrián Moreira demuestra que no hay montaña demasiado alta ni sendero demasiado salvaje. Ahora, con la mirada puesta en Canadá, el mundo espera su próximo desafío.