En su nueva línea de acercar y reconciliar al club con la afición, el Real Club Celta celebró esta mañana una jornada de puertas abiertas para celebrar el día de Reyes de la mejor manera posible con sus seguidores. Una jornada divertida y diferente para todos los aficionados pero también para el club y sus jugadores.
Tras la primera semana completa de entrenamientos después del parón navideño, el equipo celeste decidió celebrar una jornada de confraternización con la afición. Y como no podía ser de otro modo, hubo respuesta.
Más de 3.000 celtistas se congregaron en Balaídos para disfrutar de la presentación de las categorías inferiores del club y del entrenamiento del primer equipo, preparatorio de los dieciseisavos de Copa que el equipo celeste disputa dentro de dos días en Urritxe.
Desde el club apuntaron que, tras la victoria en el primer partido del año frente al Real Betis Balompié, «no hay mejor regalo de Reyes que poder disfrutar de esta sesión completa sintiendo el calor de la afición».
Así, a todos los aficionados se les ofreció una degustación de chocolate caliente y roscón a la entrada y, tras acabar el entrenamiento, hubo entrega de regalos, fotos y firma de autógrafos y camisetas con los jugadores del primer equipo.