El Olivo, el club más emblemático de fútbol femenino de Vigo, envió la temporada pasada un dossier al Celta detallándole su proyecto y explicándole esta apuesta de los principales clubes de España. Sin embargo, a pesar de las buenas palabras iniciales, la directiva olívica no ha obtenido ninguna respuesta. Esta no ha sido la primera vez que El Olivo se ha dirigido al Celta, también lo hizo en la temporada 2011/12, la única que militó en Primera División. Pidió su ayuda a la directiva de que preside Carlos Mouriño para afrontar este reto, todo un hito en la historia del deporte vigués. El silencio también fue entonces la respuesta recibida.
El presupuesto que manejó El Olivo en la máxima categoría fue de 780.000 euros, una cantidad irrisoria si se compara con las cifras que se manejan en el fútbol masculino. Aun así, el club tuvo muchos problemas para cubrir ese presupuesto y debido a estas limitaciones económicas su paso por Primera División fue prácticamente testimonial.
Para afrontar un nuevo proyecto de garantías en Primera División femenina sería fundamental contar con la colaboración del Celta. De hecho, la directiva de El Olivo está dispuesta a presicindir de su nombre y de sus colores actuales para pasar a formar parte de la estructura del Celta y lucir el celeste en sus camisetas. Esta ‘fusión’ que propone el club vigués supondría un espaldarazo para el decaído deporte vigués y, en especial, para el femenino, que siempre suele ser el gran olvidado.
El Celta, actualmente, presta su nombre y su equipación al equipo de baloncesto femenino de la ciudad, el Celta Selmark. Pero esta colaboración se queda aquí, no hay ningún otro tipo de aportación económica.