Lo hizo gracias a la licencia de Persona Discapacitada Autorizada (PDA) emitida por la Real Federación Galega de Fútbol (RFGF), que autoriza a una persona con diversidad funcional a participar en competiciones oficiales si lo solicitan sus progenitores o tutores legales, si existe un informe favorable de un médico o terapeuta ocupacional y si le da el visto bueno un doctor de la mutua.
De esta forma, la Federación puede autorizarle a competir en una categoría inferior a la que le corresponde por edad y de ese modo Álex pudo jugar la pasada jornada con sus compañeros.
La concesión de licencias PDA fue una de las últimas decisiones que aprobó la RFGF en el seno de su Comisión Delegada. Hasta ahora no se había otorgado ninguna, por lo que el debut de Álex representa un antes y un después. También lo supondrá la creación de competiciones oficiales para personas con discapacidad. Una decisión que en poco tiempo tomará forma con la primera liga organizada por la Federación Gallega.