El grupo provincial socialista presentará en el primer pleno ordinario de la Diputación de Pontevedra una moción para reprobar al presidente de la Federación Galega de Fútbol, Rafael Louzán, por haber apoyado públicamente al presidente de la Federación Española, Luis Rubiales, y para solicitar la solidaridad de la corporación con la futbolista internacional Jennifer Hermoso y con todas las jugadoras de la selección española.
Los socialistas presentan cuatro propuestas de acuerdo, que comienzan por el rechazo a la reacción de Louzán brindando su apoyo a Rubiales y calificando como “errores que se cometen” el ya famoso beso en la ceremonia de entrega de la Copa del Mundo, un apoyo que continuó tras las declaraciones del presidente de la RFEF durante la asamblea urgente celebrada hace dos viernes y que los socialistas califican de «intolerables» por sus «ataques a la vñictima y también al feminismo».
«En pleno escándalo Louzán se aferró al cargo mientras otros presidentes territoriales, en un acto de valentía y coherencia, dimitían en la asemblea de la Federación Española», dice la moción, la cual asegura que Louzán pretende ahora, en un giro de 180 grados, presentarse como uno de los impulsores de la censura a Rubiales, por lo que «no cabe mayor desvergüenza ni mayor hipocresía”.
La segunda propuesta de acordo consiste en dar traslado a la Presidencia de la Xunta de Galicia y a las Secretarías Xerais do Deporte y de Igualdade para
que, “en línea con lo que está haciendo el Gobierno de España con el objetivo de remover al presidente de la Federación Española”, hagan lo propio con Louzán, impulsando su destitución inmediata.
El PSdeG-PSOE exige “tolerancia cero con los que justifican, amparan o disculpan comportamientos machistas en el deporte”.
La moción solicita tambén dirigirse a la RFEF para expresar el apoio a Jennifer Hermoso y a todas las integrantes de la selección. Finalmente, incluye un punto para hacer llegar a la Federación Galega de Fútbol el rechazo “a las actitudes, formas y maneras del señor Louzán, tanto por haber apoyado en un primer momento al señor Rubiales, como por su torpe intento de corregirlo a la vista de la creciente ola de indignación social, tan sólo por su propio interés personal de mantenerse en el cargo”.