Actualmente es comentarista del Canal +, presenta el Informe Robinson y además tiene su propio programa de radio, en el que, con su peculiar acento, nos cuenta el otro lado de los deportistas. Ese lado humano y, a veces, tan poco conocido por parte de los aficionados al mundo del deporte, es el que repasa en su libro ‘La cara humana del deporte con el acento de Michael Robinson’.
Este español nacido en Inglaterra, como él mismo indica, dejó frases con mucho transfondo. «En el momento en el que todo vale para ganar, eres un perdedor», declaró Robinson, que puso el ejemplo de David Millar. Este exciclista escocés fue campeón del mundo de contrarreloj, algo que hay que poner en minúsculas pues a posteriori se conocería que se había dopado. «Millar se ganó todo mi respeto después de eso. Él hizo trampas, pero fue un chico que supo que se había equivocado y, a partir de entonces, centró su carrera en aportar sus enseñanzas a los jóvenes ciclistas».
Michael Robinson destacó el respeto por encima de la victoria. «En Vigo tenéis que estar muy orgullosos de vuestro equipo. Vine con Canal+ a Balaidos a comentar los duelos ante los tres grandes de España. A pesar de no ganar a Barcelona o Real Madrid, el Celta ganó algo mucho más importante, el respeto. En el momento en que uno da lo que tiene, se exprime y lucha hasta el final, jamás podremos hablar de fracaso», comentó Michael, que aseguró que lo mismo pasaba con el Barcelona de Pep. «Era un equipo que más allá de la victoria, daba gusto verle jugar al fútbol. Ese respeto que sentía por el balón, la calidad del trabajo que realizaban. Es un equipo que siempre tendrá el respeto del aficionado al fútbol».
Fueron 90 minutos de charla que se hicieron cortos, con un repaso a la vida, deportiva y extradeportiva, de muchos de los grandes del mundo del deporte. Seve Ballesteros tuvo su hueco, como no, como ejemplo de «un chico de un pueblo cántabro, que cambió la visión mundial de un deporte como el golf, con más de 500 años de historia», recordaba un emocionado Robinson.
Manolo Santana, cuya historia es «apasionante» como bien dice Michael. Era un crío cuando su padre fue asesinado por el franquismo, y su madre lo dio en adopción. Su familia adoptiva trabajaba en un club de tenis, donde este chico empezó a entrenar hasta ser el mejor tenista del mundo.
Se trató de un recorrido a lo largo de la historia del deporte, en el que hubo tiempo para hablar de Di Stéfano, Bobby Charlton, Iniesta, Xavi, Messi… Una larga lista de mitos del deporte que Michael Robinson recoge en su libro.