Óscar Pardavila Cordovés llegó al Coruxo en verano de 2013 procedente del Rápido de Bouzas. El jugador, nacido en Vigo en 1993, se formó en las categorías inferiores del Celta. Esta temporada Rafa Sáez lo estaba utilizando sobre todo en las segundas partes como hombre de refresco. De hecho, la última vez que fue titular fue en la derrota ante el Celta B del 21 de diciembre. Ha marcado dos goles este curso, ambos en el mismo partido ante el Valladolid B.
El jugador ya se ha despedido de los jugadores y cuerpo técnico del Coruxo y se dispone a iniciar esta aventura Noruega. La tercera división del país escandinavo, en la que jugará, se iniciará dentro de un mes. Pardavila quiso despedirse de la afición coruxista en esta carta que el club ha colgado en su página web:
«Las decisiones que tomamos son el método para construir el camino que cada persona elige para lograr sus objetivos. En este club he aprendido a jugar en equipo, a esforzarme y no dar nunca nada por perdido, a valorar los pequeños detalles y las oportunidades que te van llegando. Doy este paso al frente con decisión, porque supone una gran oportunidad para mi y un reto para poder madurar deportiva y personalmente.
No me gusta decir un adiós porque en la vida nunca se deben cerrar puertas y hay que ser muy agradecido, es mejor decir un hasta luego. He de agradecer todo el cariño recibido por todos vosotros, desde la Directiva del Club, hasta los aficionados más pequeños. Una cosa así nunca se olvida y pase lo que pase buscaré mi camino sabiendo siempre de donde procedo. Y para todos los aficionados y miembros del Coruxo Fútbol Club, quiero deciros que yo soy un aficionado más como vosotros. Nunca debéis perder vuestras señas de identidad futbolísticas: trabajo, humildad y esfuerzo. Las cuales también me llevo conmigo como parte de lo que aprendí en el Coruxo.
Mucha suerte a todos y un abrazo enorme a todos los aficionados. Hasta pronto»