El pasado 19 de enero la FEPD (Federación Española de Psicología del Deporte) y el Consejo General de la Psicología en España estrechan sus lazos para enriquecer la salud mental de los profesionales del deporte. Según los datos, en los últimos años ha crecido a gran ritmo la demanda para tratar los aspectos mentales y de comportamiento de los deportistas. Los entrenadores y directivos de los clubes deportivos llevan tiempo viendo la necesidad de que aquellos adquieran cierta educación en su salud mental —relacionada con el ámbito deportivo— y desarrollen cierto tipo de habilidades psicológicas para obtener un mayor rendimiento.
Son numerosos los casos relacionados con problemas de salud mental en deportistas, especialmente en los de élite. Uno de cuatro sufre algún trastorno de este tipo. Un ejemplo de ello es el de la gimnasta Simone Biles, quien se retiró de la final de los juegos Olímpicos de Tokio el 27 de julio de 2021. «Desde que entro al tapiz, estoy sola, confrontando los demonios de mi cabeza. Debo hacer lo que es bueno para mí y concentrarme en mi salud mental y no comprometer mi bienestar». Son los propios profesionales del deporte quienes, en primera persona, manifiestan en los medios de comunicación sus logros, dificultades, sensaciones y/o frustraciones relacionadas con la manifestación de sus objetivos deportivos.
El auge de la salud mental ha hondado también en este ambiente donde cada vez se tienen más en cuenta las dificultades psicológicas que los deportistas puedan tener en relación con la consecución de sus logros y bienestar. Los nervios, los problemas personales y otros factores pueden sobrepasar hasta al atleta mejor entrenado. Existen muchas situaciones por la que pasa un profesional del deporte, además de la fuerte presión a la que se encuentra sometido y que podría afectar a la organización.
En este contexto es donde aparece la figura del psicólogo deportivo como un elemento más de ayuda al deportista, tanto para conseguir sus objetivos como para manejar las técnicas y destrezas psicológicas y emocionales: obtener motivación, controlar la ansiedad y el estrés en competición, ganar confianza, gestionar la frustración… Todas aquellas que maximicen su rendimiento y sirvan para alcanzar sus metas.
La evolución en la forma de abordar este tema ha hecho necesarias algunas modificaciones. Este pasado 19 de enero se ha firmado un acuerdo entre la FEDP y el Consejo General de Psicología en España para potenciar las relaciones entre ambas entidades.
Un pacto que beneficiará a todas las partes, tanto en Psicología del Deporte en general como a los psicólogos del deporte en particular dentro de España y fuera de nuestras fronteras. La psicología deportiva ha dejado de ser una moda para convertirse en una práctica necesaria y obligatoria para los deportistas.