Cuando equipos históricos comienzan a descolgarse en la tabla, los problemas empiezan a asomar de forma preocupante. Hay plantillas que no están hechas para soportar la presión de luchar por mantenerse y esto es justamente lo que se está viendo este año con una serie de sorpresas negativas que incluyen al Celta de Vigo.
Solo un equipo parece condenado
Cuando llegó el parón del Mundial, sorprendía ver tanto los nombres de los equipos que estaban en la zona baja de la tabla como lo apretado que estaba esta parte de la clasificación.
Únicamente el Elche de Machín parece que lo tiene muy complicado. Con muy pocos puntos en este inicio de temporada, su situación es de las que invita a empezar a pensar en un más que probable descenso a la categoría de plata del fútbol español.
Pero lo que sorprende es encontrar justo ahí a un Celta de Vigo situado en el borde del descenso y, muy especialmente, a un Sevilla que estaba hecho para logros deportivos más importantes que el no descender a segunda.
Tanto los de Nervión como los vigueses han hecho cambios durante el parón por el Mundial y saben que los meses de enero y febrero van a ser básicos para sus aspiraciones finales. Por ello, hay que tener muy en cuenta lo que va a suceder en las plantillas a partir de ahora
Motivos para la esperanza en Vigo
El Celta de Vigo movió ficha a primeros de noviembre nombrando a Carvalhal como nuevo entrenador en sustitución de Eduardo Coudet. Los sitios especializados de apuestas para diferentes deportes muestran en sus cuotas un ligero optimismo en la recuperación del cuadro gallego no situándose como uno de los máximos favoritos al descenso final.
También influye en esto el que los celestes cuenten con el trabajo del prestigioso Luis Campos. El experto en fichajes promete tener los recursos y contactos necesarios para poder mejorar claramente la plantilla viguesa, algo en lo que confía ciegamente el técnico y toda la afición de Balaídos.
Sin embargo, los fichajes de diciembre pocas veces son milagrosos. Más se puede confiar en la pequeña pretemporada que se ha tenido gracias al Mundial de Catar. Esto ha permitido que el nuevo técnico trabaje con la plantilla como si estuviésemos en verano, una ventaja a la que no suelen tener acceso los entrenadores que llegan con la temporada ya comenzada.
Pero no se debe perder de vista que en los puestos inmediatos se encuentran conjuntos con la fuerza del Sevilla. Los hispalenses tienen plantilla para luchar a priori por Europa y la llegada de Sampaoli promete aumentar su capacidad competitiva, por lo que en Vigo no puede haber ningún tipo de relajación por mucho que los pronósticos sean favorables.
En definitiva, la lucha por el descenso va a ser encarnizada y seguro que depara algún susto a equipos históricos, por lo que habrá que estar muy pendiente de qué sucede en los siguientes meses.