David Cal reconoció que “ahora no hago muchas cosas”. Sigue ligado al piragüismo, su mayor pasión durante casi toda su vida. Añadió que “estoy tranquilo y haciendo cosas que antes no podía. Es otra vida”. El canoista disputó una de sus últimas competiciones oficiales precisamente en el Descenso del Miño el año pasado. Siempre ha mostrado su predisposición a participar en este tipo de regatas que se disputan en ríos.
David Cal, aunque este año tomó parte en un control selectivo en Pontevedra, decidió retirarse de la competición el pasado mes de marzo. Desde entonces no ha parado de recibir reconocimientos públicos. El último fue este sábado en Salvaterra de Miño y también en Tui. En ambos lugares demostró ser el hombre carismático de un deporte en constante crecimiento.