VigoÉ ha tenido la oportunidad de conversar con Susana Rodríguez Gacio, una mujer con albinismo nacida en la ciudad de Vigo y con raíces en Mondoñedo. Su madre es maestra y su padre es médico, y desde muy pequeña la han apoyado y al mismo tiempo le han dado la libertad necesaria para valerse por sí misma sin depender de los demás. Susana también cuenta con el apoyo de su hermana, Patricia, unos años mayor que ella y con la que comparte sus triunfos y confidencias de hermanas. Desde los tres años estudió en la Escola Rosalía de Castro, de Vigo, fundada por la innovadora pedagoga Antía Cal. Poco a poco fue metiéndose en el deporte, compaginándolo con sus estudios, y su tesón y esfuerzo constante la hicieron destacar tanto en la vida académica como en el deporte. Es una mujer muy inteligente, con una gran personalidad y fuertes convicciones, generosa, simpática y ocurrente, adaptada a los tiempos que le han tocado vivir, y amiga de sus amigos. Actualmente es campeona mundial paralímpica y ha recibido numerosos reconocimientos por sus triunfos deportivos.
-Susana, usted es una persona de vocación múltiple: es diplomada en Fisioterapia, licenciada en Medicina, y atleta paralímpica. ¿Cómo fueron surgiendo estas vocaciones?
-Yo creo que fue surgiendo por unos gustos y unos intereses iniciales, poquito a poco vas poniéndote objetivos, vas evolucionando, vas creciendo, y siempre poniéndote metas como un poco más exigentes y adaptadas a tu momento y a tu edad. Siempre me gustó hacer deporte. Para mí empezó como un juego. Luego empecé con competiciones de deporte escolar en las que, al final, siempre te gusta ganar, pero lo importante es pasártelo bien conociendo las distintas modalidades, y poco a poco fui consiguiendo ir a algún campeonato internacional y al final llegué al triatlón, que es el deporte donde más he destacado, y una cosa lleva un poco a la otra. Lo mismo me pasó en el colegio, tú al final vas pasando etapas, y en intereses a mí siempre me interesó el cuerpo humano y todo lo relacionado con la salud, y eso me llevó al final, al cabo de los años, a estudiar medicina. Yo creo que son unos intereses iniciales en una persona que no tiene problema en trabajar por las cosas que le gustan y le interesan.
-Su expediente académico está lleno de notas brillantes y durante el bachillerato llegó a ser el mejor expediente de su clase. Eso indica mucho trabajo y esfuerzo…
-Sí. Yo creo que soy una persona muy disciplinada. Yo creo que es la clave para conseguir todas las cosas que he ido consiguiendo. Y las que consiga en el futuro serán también por ello. En el deporte no tengo una fisiología privilegiada, por los datos de las pruebas que hacemos y, sin embargo, hay una parte que tú puedes progresar y que se debe a un trabajo individual y que yo he explotado, eso es lo que ha pasado en el colegio, yo no soy una persona tonta y mucho de lo que he conseguido ha sido por dedicación y por afán de progresar y de hacer las cosas lo mejor posible.
-¿Quiénes la han apoyado para conseguir sus metas, tanto las académicas como deportivas?
-Mi familia, principalmente, y después, a nivel deportivo, tengo que destacar a mi entrenador, Luis Piña, que llevo trabajando con él desde 2013. Ya llevamos ocho años y desde que empecé con él he ido progresando un poco en todo. Siempre está pendiente de todos los detalles y me ha respetado mucho, tanto cuando estaba estudiando como cuando estaba trabajando, siempre ha sabido compatibilizar el deporte con las épocas que eran más exigentes, por ejemplo, en el momento de estudiar, de preparar el MIR y eso, y quiero tener un momento también para él.
-Usted ya puede hacer balance de logros y triunfos, pero háblenos de las dificultades que le han surgido en el camino.
-Creo que al final el mundo está siempre enfocado a la mayoría, y la mayoría de las personas no tienen discapacidad visual ni en el mundo académico ni en el deportivo tampoco, entonces yo creo que la mayor dificultad es enfrentarse al desconocimiento del mundo de la capacidad visual por la mayoría de las personas porque, por lo general, o tienes un familiar o un amigo que tenga esta circunstancia o no conoces las adaptaciones que son necesarias ni las limitaciones que existen. Entonces, después, al final, lo más importante es que yo tuve que ir aprendiendo un poco a explicar mi situación, y eso, claro, es más fácil cuanto mayor eres, pero cuando eres niño pues no es tan fácil.
-El albinismo es una condición genética poco frecuente. ¿Ha conocido a otras personas con albinismo?
-Sí, yo tengo la suerte de conocer bastantes personas con albinismo, pero es verdad que cuando yo era pequeña no era consciente de que esto afectaba a más gente, y la primera vez que vi a otra niña que tenía albinismo, cuando yo tenía cuatro años, le dije a mi madre, “mira mamá, esa niña tiene el pelo blanco”. Osea, que yo pensaba que sólo era yo, aunque sabía que yo veía mal porque tenía albinismo.
-Usted cuenta con numerosos triunfos deportivos, ¿cuáles considera más relevantes?
-(Se detiene a pensar). Creo que destacaría mi primer y segundo mundial en triatlón, en 2012 y 2018 respectivamente. El de 2012 porque fue el primero que gané, en Nueva Zelanda, y al final es el primero, la primera vez que eres algo, pues ya te hace ilusión. Y luego, en 2018, pasaron seis años de uno a otro, y el nivel evolutivo que hubo en el deporte desde que fue modalidad paralímpica en Río en 2006 subió muchísimo, y de los deportistas que estábamos en el mundial de 2012 apenas ahora queda nadie, entonces, el haber sido capaz de sobrevivir y de progresar con el deporte y con deportistas que han ido llegando, pues yo creo que es lo que le hace mucho tener valor de volver a ganarlo. Y después me quedaría también con el Europeo de 2014 que gané en Austria, porque fue una carrera que se decidió al sprint y fue una carrera superdisputada que quizá es de las que me han gustado.
-En unos días se irá de viaje rumbo a Tokio, a las olimpiadas. ¿Cómo es la vida cotidiana de una deportista de élite?
-Ahora sólo me estoy dedicando al deporte, entonces, básicamente, la vida se basa en entrenar y descansar, que puede parecer fácil, pero al final no lo es porque los entrenamientos son bastante exigentes y el triatlón es una modalidad a la que le hay que dedicar mucho tiempo, y a día de hoy, con el nivel que hay, hay que ser buena en las tres disciplinas, no puedes cojear en nada, entonces, a la semana hago cinco sesiones de natación, cinco de bici, cinco de carrera y tres de gimnasio, y todo eso se va combinando según los días, hay un día que es más light, que puede ser el fin de semana, el sábado o el domingo, y el resto de los días al final unas cuatro horas, a veces algo más o algo menos, pero de media podríamos decir que cuatro horas, y pensar en los detalles porque los pequeños detalles pueden marcar las diferencias porque todo el mundo que va a los Juegos ha trabajado mucho para estar ahí y entonces las diferencias no son grandes y hay que cuidar un poco todo.
-Usted ya estuvo en los Juegos Olímpicos de Río del año 2016. Además de lo profesional, ¿qué poso personal dejaron esos Juegos y qué destacaría como la mejor experiencia?
-Pues, de hecho, deportivamente no fue la mejor experiencia porque no me salió como creo que podíamos haber podido hacer mi guía Mabel, que era mi guía por aquel entonces, y yo. Pero a nivel personal fue una de las mejores experiencias que he vivido. Yo había convivido desde muy pequeña con personas con distintos tipos de discapacidad, pero yo me quedaría con que allí conoces a gente de todos los países del mundo, prácticamente. Cada uno de los deportistas que va a los Juegos Olímpicos tiene su circunstancia personal en cuanto a discapacidad y luego en cuanto al lugar que vive, porque está claro que no es lo mismo tener una discapacidad visual en España que en otros países mucho menos desarrollados, pues aquí tenemos muchas posibilidades que en otros lugares no tienen, y, a pesar de todo, es gente que lucha y que está igual de preparada que cualquier otro. Y luego la sensación que vives de igualdad y de absoluto respeto entre los diferentes deportistas y las diferentes culturas, que es algo que no puedes conocer de otro manera, yo creo. Cuando llegamos allí, en el comedor de la villa, que es una carpa muy grande con puestos de comida de distintas culturas para que cada uno se sienta un poco en casa, recuerdo que el primer día que llegamos me dijo mi guía Mabel, “ven, vamos a sentarnos en una mesa que tengo que comentarte una cosa”. Y lo que me quería comentar es que había un deportista chino que tenía los dos brazos amputados a la altura de los hombros y que estaba comiendo el arroz con los palillos con los pies, pero a buena velocidad, y yo cuando voy a un restaurante japonés, por ejemplo, tengo que pedir cubiertos porque no soy capaz de manejar los palillos. Entonces, al final, ves que no todo, pero que hay muchos obstáculos que tú puedes encontrar la manera de salvarlos. Y para mí, eso, en Río, me cambió para toda la vida.
-¿Cuáles son sus expectativas en estas olimpiadas?
-En Río quedé quinta, y cuando cogí el avión de vuelta a Madrid le dije a Mabel que quería otra segunda oportunidad, que yo creía que podía hacerlo mejor. Y en los cinco años que han pasado, que iban ser cuatro y ya van a ser cinco, hice muchos trabajos dedicados a ello, volví a ganar mundiales, europeos… Creo que ahora como deportista soy mucho más regular, más completa y mejor, así que mi objetivo sería conseguir una medalla, pero bueno, después puede pasar de todo.
-Hace unos días acaba de ganar el oro en la Copa del Mundo de paratriatlón disputada en A Coruña, ¿podríamos considerarlo un anticipo de lo que puede conseguir en Tokio?
-En A Coruña había algunas de las rivales que iban a estar en Tokio, pero faltaban también otras, en concreto faltaban tres de mis rivales, así fuertes, así que creo que es un buen resultado el de Coruña, pero siempre lo hay que analizar con mucha cautela.
-¿La participación en este tipo de competiciones de alto nivel sería imposible sin patrocinadores? ¿Cuáles son sus patrocinadores?
-Ahora mismo tengo un patrocinador que es Delikia, que es una empresa de máquinas de vending. Y Adidas que es una de las marcas de ropa deportiva a nivel internacional que ha empezado a apostar por el deporte paralímpico. Hace dos años era impensable que estas marcas tan importantes se metiesen en esto y creo que es muy importante para todo el deporte paralímpico. Y después los patrocinadores del equipo paralímpico español, que, al final, es lo que también hace posible que nosotros tengamos becas, que viajemos para competir en los Juegos. Es un grupo de empresas muy grande que no vamos a nombrarlas a todas porque son muchas, son las empresas patrocinadoras del equipo paralímpico español.
-¿Durante su vida ha sufrido alguna discriminación por ser mujer?
-Es una pregunta que últimamente me hacen mucho. No podría decir que haya sufrido discriminación por ser mujer en concreto porque, por ejemplo, el triatlón quizás es de los deportes que más igualdad da entre hombres y mujeres porque tenemos el mismo número de deportistas en las pruebas, las mismas categorías, los mismos premios… Hay otros deportes que aún a día de hoy, en pleno siglo XXI, no es así. Sin embargo, sí que tengo que decir que yo, lo que noto principalmente, es un poco en cosas del día a día, que hay una educación diferente a veces en cómo hablar a una mujer y cómo hablar a un hombre. Por ejemplo, esto lo he visto en el trabajo, cuando trabajaba en el hospital. En alguna ocasión en la que hemos tenido alguna conversación con algún paciente, no es lo mismo cómo te hablan a ti, una médico, que lo mismo a un hombre, y esto lo he visto y lo he comprobado en varias ocasiones, que la forma de hablar de la gente es muy diferente, o sea, a una mujer se le pueden decir cosas que luego, cuando es un hombre, no se dicen.
-¿Cómo puede conjugarse el feminismo y el deporte?
-Para mí el feminismo tiene que ser buscar una igualdad de oportunidades, y para mí el deporte es de las mejores herramientas en las que se puede buscar el ser igual de unas personas con otras. El deporte y la educación, porque tú, en principio, en deporte, si tienes unas cualidades y trabajas, no importa, en teoría, de dónde procedas, que tú vas a poder demostrar lo que puedes conseguir en teoría, porque luego hay que acceder a materiales y cosas que no todo el mundo se puede permitir. Si la educación, en principio, debería ser igual, si se supone que hay una educación pública asequible y si tú trabajas, deberías llegar a lo mismo. Pues yo lo conjugaría un poco a través de que el deporte es también una herramienta educativa.
-Usted ha estudiado en la Escola Rosalía de Castro, de Vigo, y hace años le dedicó su pabellón de deportes. ¿Qué recuerdos tiene de la Escuela?
-Afortunadamente tengo muy buenos recuerdos de la escuela. Ahora, visto a largo plazo porque ya han pasado bastantes años que dejé el colegio, en 2006, destacaría la relación que teníamos de igual, de respeto entre los compañeros y con nuestros profesores, porque no creo que eso sea así igual en todos los centros. Destacaría el inglés, porque es una herramienta indispensable para poder desenvolverse por el mundo y yo me doy cuenta que, afortunadamente, puedo defenderme bien y, en gran parte, es gracias a lo que he aprendido en el colegio. Y luego me quedo también con mis amigos; no quedo con muchos amigos del colegio, pero tengo que decir que los que tengo son mis mejores amigos.
-¿Cuáles son las ventajas de las nuevas tecnologías para una persona con discapacidad visual?
-Muchísimas. Todas las cosas que van apareciendo, que cada vez son más, son accesibilidad a la información. El ochenta por ciento de la información dicen que nos llega a través de la vista, pues cuando tienes una discapacidad visual muy grave o total te pierdes mucha información, entonces, cada una de las herramientas que haya para acceder a ella lo cambia todo. No tiene nada que ver cómo puede estudiar un niño hoy en la escuela primaria o secundaria que como hace veinte años la gente de mi generación. Afortunadamente, ahora hay muchísimas más cosas y dentro de otros veinte años habrá muchísimas más, estoy convencida.
-Usted es un ejemplo a seguir y ha contado con una red de apoyo en su entorno que la ha apoyado y motivado. ¿Qué le diría a unos padres con una hija o un hijo con algún tipo de discapacidad?
-Que cada una de las personas tenemos un montón de cualidades y que traten de interpretar esa discapacidad como una cualidad de todas las muchas que tiene su hijo, ni buena ni mala, simplemente es la que te toca y con la que tienes que convivir, y que dentro de la circunstancia que sea, que está claro que hay algunas mucho más complicadas que otras, intenten sacar lo máximo para tener una vida lo más independiente posible dentro de sus circunstancias y, sobre todo que, aún teniendo una discapacidad, se puede ser totalmente feliz. Que se basen en eso y, al final, que no busquen más limitaciones de las que luego ya van apareciendo y cuando aparezcan ya habrá que ir solucionándolas, pero que no sea una propia limitación lo que el entorno le ponga a un niño.
-Además de los retos físicos, la alta competición exige un estado emocional y mental óptimo. ¿Qué retos mentales ha tenido que superar?
-(Se detienen a pensar) Par mí, los momentos más difíciles son los que te sientes vulnerable. Por ejemplo, cuando hace años me clasifiqué para unos juegos paralímpicos y luego no fui por criterios técnicos, porque al final es algo que no depende de ti, a pesar de haber entrenado y de haber conseguido lo que tenías que conseguir, y te quedas en casa. Cuando tienes que tomar decisiones de cambiar de entrenador, o cambiar de deportistas de apoyo, cambiarte de un club a otro. Son cosas que, al final, siempre tienes que plantearte sus pros y sus contras y poner la balanza, pero son decisiones que hay que tomar y no siempre son fáciles. Y también cuando vas a una carrera y no sale como estabas preparándola y te tienes que reponer e ir a por la siguiente, y eso no siempre es fácil.
-Sabemos que recientemente se ha incorporado a su vida un nuevo miembro, un perro al que ha puesto por nombre Yellow. ¿Qué supone para usted esta nueva ayuda?
-Mi idea es que cuando esté educado y formado me pueda ayudar en mis desplazamientos. Al final pues no deja de ser un perro, que son mucho más listos de lo que muchas veces pensamos y la verdad es que estoy muy contenta con él. No había tenido un perro nunca y es una experiencia muy positiva.
-¿Qué ha supuesto para usted la pandemia del Covid-19?
-La pandemia nos ha cambiado la vida de arriba abajo en todos los aspectos, en el deportivo, nuestras relaciones personales, totalmente, pero la salud es lo más importante porque las demás cosas yo creo que se pueden conseguir o son negociables, pero si no tienes salud… Tanto la salud individual como la pública y colectiva tiene que ser una prioridad. Yo ya pensaba así, pero esto creo que ha llevado a que lo hayamos corroborado todos.
-¿A qué ha tenido que renunciar para llegar a donde está ahora? ¿Se arrepiente de haber renunciado a algo?
-No me arrepiento de haber renunciado a nada porque esto es una balanza y cuando tú eliges un camino, está claro que hay momentos que tú puedes pensar si no estoy haciendo esto puedo estar haciendo esto otro, pero cuando tú eliges un camino con convicción no puedes mirar atrás. Y creo que lo más difícil a lo que he renunciado y renuncio es a pasar tiempo con las personas que quiero, porque muchas veces, por competiciones, tienes que dejar de hacer planes con familia, con amigos, y el tiempo pasa y no vuelve, y es lo más difícil porque hay familiares que llaman para decirte que ya te han visto por la tele o en una noticia y te paras a pensar en los últimos diez años y los has visto cinco veces. Entonces creo que eso es lo más duro.
-¿Es importante para un deportista tener un plan alternativo para cuando se le termine la vida deportiva de élite?
-Fundamental. No hay otra opción. Todo lo que no sea tenerlo es lo peor que se puede hacer.
-¿Qué consejos se daría usted a sí misma si volviera a empezar su vida deportiva?
-(Se detiene a pensar) Que es muy importante rodearse de un buen equipo, que hay que ponerse metas grandes, aunque sea para conseguir otras más pequeñas, para conseguir cosas y tener hacia donde avanzar.
-¿Cuáles son sus planes de futuro?
-No tengo ni idea.
-Usted siempre ha tenido como orgullo haber nacido en la ciudad de Vigo y en varias ocasiones la han nombrado deportista del año. ¿Le gustaría que la nombraran Viguesa Distinguida?
-A cualquier persona que amamos esta ciudad le gustaría tener esa distinción. La tiene gente que ha hecho cosas muy notables. Yo lo que hago es mi día a día y si sirve de ejemplo bienvenido sea y yo feliz de ello. A mí me gusta mucho Vigo, cada vez me gusta más, y cada vez que viajo fuera me doy más cuenta del valor que tiene lo que tenemos aquí y me gustaría seguir viviendo aquí por mucho tiempo.