La primera mitad del encuentro se abrió con un tempranero gol del Burela. Ambos equipos se repartieron el dominio del balón, aunque fueron los lucenses los que materializaron sus ocasiones. Así, transcurridos pocos minutos, los lucenses marcaron el 0-2. En seguida, el Mosteiro reaccionó y gozó de sus mejores oportunidades, pero los vigueses recibieron otro duro golpe con un penalti en contra que anotó el Burela
.A raíz de la pena máxima, el partido perdió intensidad y ninguno de los dos equipos llegó con claridad a portería. No obstante, los de Pitu comenzaron a presionar al contrario en busca del tan ansiado gol que llegó con una genialidad de Nené a falta de 1 minuto para el final del periodo, a lo que le siguió la expulsión de Matamoros, autor de dos de los goles de los lucenses.
El partido se reanudó con un 1-3 que mantuvo las esperanzas del Mosteiro. Los vigueses dominaron y las pocas oportunidades del Burela las rechazó Kuka una y otra vez. A medida que avanzaba el crono, los lucenses se fueron poniendo más nerviosos y se lanzaron al ataque a la caza del gol que les diera la tranquilidad. A falta de 7 minutos, el Mosteiro, consciente de que se estaba haciendo con el partido, sacó el portero-jugador y logró forzar un penalti que anotó Nené ,subiendo el 2-3 al marcador.
La remontada parecía posible y los de Pitu se vinieron arriba, pero en dos contragolpes, aprovechando que la portería del Mosteiro estaba vacía, el Burela sentenció el encuentro con un 2-5. Un resultado que hace poca justicia a lo que se pudo ver sobre la pista. Eliminado de la Copa Xunta, el Mosteiro piensa ya en su próxima cita, un choque clave ante un firme aspirante al ascenso, el Universidad de Valladolid.