De una semana a otra, la inscripción subió (de 169 a 182 participantes), pero finalmente hubo chips sin recoger (la viguesa Lucía Cal, del Náutico, por ejemplo, se encuentra ya fuera de Vigo en el programa municipal de inmersión lingüística). Acabaron la prueba 121 nadadores, con enormes aplausos para el último clasificado, un nadador independiente que invirtió 2:51.31 para concluir los 5,2 kilómetros.
En un día con el mar en calma y magnífico para seguir la llegada desde los muelles, ni el componente del equipo nacional de aguas abiertas ni la viguesa afincada en la ciudad del Lérez pudieron batir los tiempos del luso Hugo Cardoso y de la pontevedresa Águeda Cons en 2016 (1:01.06 y 1:04.02), el primer año que la prueba superó los 5 kilómetros. Pero daba igual. Se impusieron en el reto por excelencia del calendario gallego de aguas abiertas, que además este año ha cerrado un emocionante circuito autonómico.
Andrade llegó espectacular, con enorme distancia sobre sus compañeros de podio, a los que les metió tiempo: 1:41 sobre Miguel Martínez (RCN Vigo), 1:43 a Lucas Costa (CN Ponteareas) y 1:45 a Pablo Cabana (CN Ponteareas). Martínez, de la generación de 2000 (júnior), y Cabana, del año 2004 (infantil) competirán el día 30 en la etapa final de la Copa de España con la primera selección gallega que se forma para esta modalidad.
El triunfo tiene para Andrade un sabor a revancha: en 2016 tuvo que retirarse cuando además era líder del circuito autonómico. Le había podido la temperatura del agua. Esta vez la ría se plegó a su nado. El público lo siguió desde el embarcadero de Cíes, el primer punto visual en llenarse al estar el espigón precintado, pero también se acercaron espectadores a la terraza del edificio de vela del Náutico, a los pantalanes o al pequeño muelle de Julio Verne, para dar ánimos a los participantes antes de encarar la reformada dársena deportiva.
Andrade explicaría que “al principio de la carrera me encontré bastante tosco, no estaba muy cómodo pero según fue transcurriendo la prueba conseguí escaparme del grupo y al final logré llegar primero”. El arzuano manifestó que “ya he competido contra Martínez y Costa en otras ocasiones y también contra Hugo Ribeiro, que suele venir y que tira bastante pero que este año no ha participado. Al faltar el luso me quedé bastante solo, así que nadé bastante tiempo con el grupo hasta que decidí desmarcarme en un sprint”.
El nadador internacional reconoció, respecto a la anulación de la semana pasada, que “también estuve aquí y cada semana es un mundo; la travesía podía haber sido totalmente diferente para mí si se hubiera celebrado el domingo pasado, es algo que no se puede saber, aunque es cierto que en unos días pueden cambiar la temperatura del agua o las corrientes”.
Por su parte, el vigués Martínez Novoa confesó que fue “una carrera complicada. Por el medio de la Ría iba tirando pero llegando a A Guía Gaspar Andrade pegó un tirón y se me escapó. En ese momento decidí ser un poquito más conservador de cara al sprint final y al final salió bien”. Estaba feliz por el título del circuito gallego: “Llevo todo el verano yendo a todas las pruebas del circuito porque mi intención era probarme en aguas abiertas, que no era mi punto fuerte. Con cada travesía he ido ganando experiencia y eso para mí era lo importante”.
En quinto lugar llegó Carla Goyanes, en un fantástico sprint con Francisco Javier Rodríguez (CN Ponteareas), al que superó por tres segundos (1:13.45 y 1:13.48). No sería el último gran sprint porque a medida que los nadadores alcanzaban la nueva playa construida por la Autoridad Portuaria las diferencias se acortaban.
Carla confirmó el dominio del Club Natación Galaico en Vigo. Por tercer año consecutivo una ondina del club pontevedrés se ha adjudicado la categoría femenina. La siguieron Andrea Domínguez y Ana Veiga, octava (1:17.36) y undécima (1:17.50) de la general. Goyanes, como Andrade, venció con autoridad y mantiene el título de la travesía en la familia, al suceder a su hermana Paula, que estuvo de espectadora en los muelles.
“Me costó, aunque menos de lo que me esperaba, pero sí, ha sido bastante duro. El año pasado ya participé en esta travesía y quedé segunda, por detrás de mi hermana, y se me había hecho muy corta. Pero esta semana llevo dos semanas de vacaciones y lo he notado”, reconocía.
Para ella las condiciones para cometir eran “muy buenas, el agua no estaba nada fría. Lo único, en algunas partes del recorrido había algas, no muchas pero bastante grandes”.
La viguesa mandó siempre: “El grupo de los tres o cuatro primeros se me fue y después seguí yo sola; había un nadador que me seguía muy de cerca y al principio me di la vuelta varias veces pensando que era otra nadadora, pero me relajé cuando vi que era un chico”.
Quien no se relajó fue la ponteareana Laura Rodríguez, que llegaba líder del circuito gallego pero no era campeona matemática. Terminó cuarta mujer y decimotercera en la general (1:20.11), controlando así a Ana Veiga (Club del Mar), la única que le podía arrebatar el título gallego. Solo cedió tres puntos y ha acabado con 180 frente a los 167 de Veiga. Al podio gallego absoluto del circuito femenino también se ha subido una nadadora del Náutico de Vigo, Ángela Martínez, hermana de Miguel, bronce con 138 puntos. En esta prueba terminó octava entre las féminas (1:34.39).
En la travesía popular de 4.100 metros, triunfo para el independiente Daniel López (1:00.34), que superó en el sprint a Esther Valiño (RCN Vigo, 1:00.35).
Después, entrega de premios con presencia del presidente del Real Club Náutico de Vigo, Rafael Tapias, la responsable de natación del club, Marisa Urcullu, y de José Pose, de la firma Elephone.