Eso sí, Jaime de Haz sabe que será complicado entrar en el barco de cuatro sin ligero, que ya cuenta con una tripulación estable. Sus esperanzas, por tanto, se centran en el doble, otra disciplina olímpica. Tiene claro que tendrá que trabajar de sol a sol para formar parte de los elegidos: «Hay que luchar al máximo para ganarse el puesto. Está todo un poco en blanco. Nos irán probando y en este mes de diciembre ya sabremos qué gente irá a cada barco». De Haz vive y entrena en el Centro de Alto Rendimiento de Sevilla, por lo que en la anterior concentración, que tuvo lugar en la capital andaluza (al igual que la próxima), no notó muchas diferencias con respecto a su día a día habitual: «Lo único distinto es que vienen compañeros de otras partes de España. El trabajo es muy parecido y todos nos conocemos». Cuando sí que percibirá el gran cambio que supone ascender de categoría será en el momento de luchar en el agua con deportistas de otras nacionalidades: «Cuando llegue la competición empezaré a saber cuál es mi nivel y las grandes diferencias con la categoría sub-23».
Tanto él como el resto de sus compañeros del centro están sometidos allí a un régimen de trabajo espartano. Comienzan los entrenamientos a primera hora de la mañana, antes de asistir a sus respectivas clases (Jaime estudia un ciclo superior de electrónica), y por la tarde regresan a las duras y maratonianas sesiones de preparación. De Haz admite que soportar ese férreo estilo de vida requiere elevadas dosis de disciplina y fortaleza mental. «Es todo bastante monótono. Tienes que tener muy claro el objetivo que quieres conseguir. Hay que hacer algunos sacrificios. Por ejemplo, es muy difícil ir a curso por año en los estudios», sentencia. De Haz se inició en el mundo del remo hace relativamente poco (se cumplieron seis años en septiembre) y prácticamente de casualidad. «Un amigo tuvo que dejar el fútbol y para continuar con algún deporte se metió en remo. Me pidió que le acompañara para que no estuviera solo los primeros días. Al final, me gustó y me acabé quedando», explica.
Todo este esfuerzo y sacrificio debe ser refrendado con un buen rendimiento en el ilusionante año 2015. El aperitivo competitivo llegará pronto, los días 31 de enero y 1 de febrero, con una doble cita en Tortosa: el Campeonato de España de remoergómetro y el Nacional de larga distancia. La siguiente cita será el Europeo de Poznan en el mes de mayo (del 29 al 31), que será la antesala del plato principal: el Mundial, que se celebrará en la localidad francesa de Aiguebelette del 29 de agosto al 5 de septiembre. En esta prueba se decidirán los billetes olímpicos y Jaime de Haz espera estar allí representando a la que ahora es su selección: la absoluta.