Apenas queda una semana para que arranque el próximo jueves la XXIII edición del festival O Marisquiño, que un año más convertirá Vigo en el escaparate mundial de la cultura urbana, y el montaje en marcha de las instalaciones ya está cambiando el aspecto de la playa de Samil, donde se celebran este año las tres pruebas deportivas más importantes del certamen: la World Cup Skateboarding, que mantiene la ubicación de la edición de 2022, y las de Dirt Jump y BMX, que por primera vez se celebrarán en las inmediaciones de la playa.
La maquinaria pesada amontona tierra y los operarios levantan andamios contrarreloj para que todo este listo para la llegada de los atletas, varios de ellos de renombre internacional en el mundo de los Action Sports: desde un subcampeón olímpico, pasando por medallistas de los X Games, campeones de eventos Crankworx y hasta habituales de la SLS, como pueden ser el portugués Jose Borges en MTB Downtown o el alemán Chris Böhm en Flatland.
Frente al Hotel Attica ya asoma la estructura necesaria para la competición de Dirt Jump, una de las pruebas más vistosas del certamen y cuyo montaje es de los más complicados. Tras nueve años celebrándose en el Paseo das Avenidas buscaba una espacio más diáfano que ha encontrado junto al arenal.
También será Samil la ubicación de los conciertos de O Marisquiño, en un gran escenario donde antiguamente estaban As Dornas y donde actuarán artistas como Sticky M.A., Pongo, Munic HB, Oddliquor o Beauty Pikete.
Todos estos trabajos arrancaron hace ahora dos semanas, el pasado viernes 21 de julio, e implican a cerca de 500 trabajadores que han de manipular hasta 135 toneladas de hierro ensambladas con unos 15.000 tornillos, según las cifras que dio entonces la organización de O Marisquiño.
Los trabajos también afectan a la Porta do Sol, donde se celebrarán las batallas de gallos, a la zona frente al Naútico, que albergará la pista de Basket 3×3, y el circuito del Descenso Urbano que va desde O Castro hasta el Berbés.