De la Puente destaca que el camino hacia la cima del tenis en silla español ha estado repleto de esfuerzo: «Cada día hay que trabajar muchísimo para llegar aquí. Esto llega tras varios años de entrenamiento. Lo tengo que compaginar con los estudios, aunque lo llevo bastante bien. Tengo a mi familia que siempre me están apoyando, mis padres y mis hermanos. Trato de mejorar cada día y marcarme nuevos retos. Me está saliendo bien gracias a los chicos con los que entreno y a mi entrenador (Javier Currás) y mi preparador físico (Artur Fariñas)».
Como hemos dicho, los Juegos de 2016 son uno de sus objetivos, pero se lo toma con tranquilidad, sabiendo que, a sus 15 años, tiene aún una dilatada carrera por delante: «Bastante gente me dice que aún son muy joven (tendrá 17 años cuando se celebren los próximos Paralímpicos), pero yo lo veo posible. Lo intentaré. Si lo consigo, perfecto; si no, lo intentaremos en las siguientes. Todavía soy joven y no hay prisa». Está a solo 18 puestos de su meta en el ránking internacional, aunque matiza que 2015 será muy duro. Habrá batalla. «Estoy cerca, pero el año que viene la gente se va a mover más, todo el mundo va a ir a los torneos. Todos quieren ir a los Juegos», comenta.
De la Puente explica cómo afronta la próxima temporada: «El principal torneo que tengo en mente es el Petits As. Llevo asistiendo dos años y a él van los ocho mejores del mundo sub-18. El reto sería intentar ganar ese torneo y a partir de ahí, ir mejorando en los aspectos del juego. Si gano más torneos, bienvenidos sean». El año 2014 está siendo el de su consagración. Además de la victoria en varios torneos júnior y la presencia en otros absolutos, logró un gran hito: con 14 años se convirtió en el ganador más joven de la historia del Campeonato de España absoluto. Todo una proeza en un torneo en el que se tuvo que ver las caras con rivales mucho más curtidos: «Me tocó un cuadro bastante duro. Me enfrenté a Álvaro Illobre en semifinales, que es gallego (de Ferrol) y tiene experiencia paralímpica. Es un veterano. En la final me tocó contra Roberto Chamizo, que también es mayor que yo».
Cuatro años jugando
Martín comenzó a jugar al tenis en una silla de ruedas hace cuatro años. Antes, lo hacía a pie, pero una enfermedad congénita le obligó a cambiar a esta disciplina, a la que le ha ido cogiendo el gusto hasta convertirse en uno de los mejores tenistas de su edad del mundo: «Antes jugaba de pie al tenis, pero llegó un momento en el que no era capaz de moverme con facilidad para llegar a las bolas. Me propusieron montarme en una silla y empezar a jugar a ver qué tal salía. Al principio decía que yo no me montaba ahí, que yo sabía jugar bien. Pero al final, probé, me gustó y aquí estamos, luchando a ver si llegamos a los Juegos y seguimos mejorando».
Se declara un amante de esta modalidad de tenis poco conocida por el gran público. De hecho, reivindica la espectacularidad de la misma: «En este deporte se junta la dificultad de mover la silla mientras sujetas la raqueta con intentar darle a la bola. Es muy llamativo. La mayoría de gente no se fija, pero espero que consigamos que tenga más repercusión. Me lo ha dicho mucha gente, que es un deporte agradable de ver por la deportividad y el juego».
Nadal, su gran ídolo
De la Puente se fija en los tenistas a pie e intenta aprender de ellos («Se pueden aplicar cosas suyas en el tenis en silla, aunque es complicado conseguirlo», explica). Y tiene claro cuál es su favorito, con el que además tuvo el placer tratar: «Rafa Nadal es mi mayor ídolo. Además, he sido capaz de conocerlo. Es un chaval fantástico, tanto fuera como dentro de la pista. Es un referente para mí y a ver si algún día soy capaz de llegar a su nivel. Pero bueno, eso ya son palabras mayores».
El tenis es su vida, pero tiene claro que no debe descuidar sus estudios. Es un buen estudiante. Cursa 4º de ESO y aunque no sabe aún qué carrera va a estudiar, se decanta por las ciencias. De momento, no está encontrando dificultades para compaginar ambas cosas. Lo tiene todo bien planeado: «Voy a clase por la mañana, vuelvo sobre las 14:30 y como. A las 16:00, pasa mi entrenador a buscarme y voy a entrenar (lo hace en las instalaciones con las que cuenta el Real Club Náutico de Vigo en Nigrán). Hasta las 18:30 entreno tenis y de ahí hasta las 20:00, entrenamiento físico. Luego, vuelvo a casa y es el momento de ponerse a estudiar. Ceno, me ducho y para cama. En época de exámenes tengo que sacar más tiempo, pero es cuestión de organizarse».
De la Puente ya ha logrado grandes triunfos, pero sabe que no ha tocado techo. Sigue trabajando duro para pulir algunas carencias de su juego. «Normalmente, la gente me dice que me falta un poquito de movilidad. Los golpes los llevo bien, son muy potentes y los controlo bastante. La movilidad aún no está a la altura de mis golpes. Pero estoy trabajando en ello y ya se están viendo algunas mejoras. A ver si consigo pulir esos detalles», asegura Martín, que a sus 15 años ya es un deportista maduro dentro de la pista y fuera de ella.