Los españoles, que completaron una magnífica serie de regatas para clasificarse para la final, mostraron su poderío desde la primera palada. Ocupaban la calle cinco y los antecedentes les colocaban como claros favoritos a la medalla de oro. Un pronóstico que confirmaron durante casi toda la regata. En apasionante duelo con los bielorrusos y los húngaros, en los primeros 750 metros mostraron un potencial enorme. Tanto que su triunfo parecía seguro.
Sin embargo, el escenario cambió en el tramo final. Los bielorrusos arriesgaron y subieron su ritmo de paladas, lo mismo que los húngaros. Los primeros sorprendieron por la calle ocho, una de las más alejadas de las mejores. Los españoles comenzaron a ceder y fue superados casi en la llegada. También debieron soportar la presión de los alemanes, cuya mala salida les hizo perder opciones, aunque después estuvieron a punto de arrebatarle la medalla de bronce a los españoles. Las cuatro embarcaciones se presentaron en la llegada con la escasa diferencia de dos segundos entre ellas, una distancia insignificante en una regata de 1.000 metros en la que se invierten casi tres minutos en disputarla.
Roi Rodríguez Huertas, que ocupó la posición de cuatro, volvió a coincidir en la embarcación con Albert Martí y Juan González. Con ellos estuvo ahora Javier Cabañín. El asturiano reemplazó a Markus Cooper, que fue el líder en el Mundial del año pasado en Portugal y que disputará los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
El palista del Kayak Tudense también confirmó en Minsk (Bielorrusia), donde se disputó el Campeonato del Mundo sub-23, su enorme progresión y talento. Cumple sus ciclos deportivos y ha demostrado que en la especialidad de barcos de equipo se puede considerar como un experto. El año pasado también fue campeón mundial sub-23 en K-1 1.000 metros.
El K-4 español transmite buenas sensaciones para el futuro. Durante tres años ha logrado dos victorias en el mundial y una medalla de bronce. En Bielorrusia disputó la final con la República Checa, Canadá, Australia, Rusia y Francia, consideradas grandes potencias en esta disciplina. El mundial sub-23 es una de las competiciones más importantes de la temporada, ya que este año no se celebra el mundial absoluto.
Roi Rodríguez Huertas termina la temporada en el podio y ya piensa en la siguiente. Antes, trabajará con sus compañeros del Kayak Tudense en la organización del Descenso del Miño. La prueba será el próximo 13 de agosto y ya están abiertas las inscripciones.