Vigo lleva un par de semanas disfrutando del bronce olímpico del regatista Nicolás Rodríguez en Tokio 2020 y ahora recibe a otra medalla, pero de otro país, también histórica.
Y es que Laura Pigossi (Sao Paulo, 1994) jugará esta semana el Internacional Ciudad de Vigo de tenis femenino, que organiza la Federación Gallega de Tenis y que contará con el vigués Pablo González como director del torneo. La brasileña, llegó en autobús desde Ourense este domingo por la mañana, dejó las maletas en el hotel y se fue a entrenar a las pistas del complejo deportivo municipal de Samil.
Si hace días conocíamos la euforia de Nico Rodríguez por lograr entrar en el tercer cajón del podio olímpico, la historia de Pigossi (y de su compañera Stefani) ronda la concatenación de situaciones increíbles.
A los Juegos iban las 31 mejores parejas según el ránking mundial más la anfitriona Japón. Ni Stefani ni Pigossi tenían los puntos suficientes pese a ser las mejores doblistas de su país. No obstante, Eduardo Frick, director deportivo de la Confederación Brasileña de Tenis (CBT), decidió inscribirlas en el proceso preliminar por si se producía alguna ausencia. Y así fue. Una serie de renuncias y la ITF llamaba a la confederación brasileña para decir que entraban en la lista. Frick telefoneaba a Pigossi, que estaba en un torneo en Kazajstán, y a Stefani, en Estados Unidos, donde vive. Sin embargo, la confirmación definitiva tardaría: dos tenistas georgianas, Oksana Kalashinikova y Ekaterine Gorgodze, argumentaban su mejor ránking sobre las brasileñas para exigir la vacante. El asunto llegó al Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS), que falló el 23 de julio manteniendo la decisión de la ITF. El Comité Olímpico de Georgia no inscribió a su pareja en tiempo y forma. Brasil, sí.
Bronce ante Rusia
Pigossi y Stefani iniciaban su aventura olímpica al día siguiente. Parejas de Canadá, Chequia (con cuatro bolas de partido en contra) y Estados Unidos cayeron ante las paulistas, que solo cedieron en “semis” ante las suizas. Y en la lucha por el bronce, victoria por 2-1 (4-6, 6-4 y 11-9) ante las rusas Veronika Kudermetova e Elena Vesnina, subcampeonas en Wimbledon. También tuvieron que levantar cuatro puntos de partido bolas en el tiebreak (5-9). “Fue un partido increíble”, recuerda la medallista sudamericana, que reconoce que su objetivo era el oro. “Contra todas las rivales hemos jugado desde júnior y no había ninguna de la que dijésemos con esta no se puede”.
Pigossi, que debutará el miércoles en el cuadro principal, no será la primera cabeza de serie en Vigo porque hay jugadoras por encima en la clasificación mundial, aunque sabe cuáles son sus metas: “Jugar muy bien mi juego determinará cómo voy en el torneo. Si puedo hacer bien mi trabajo, puedo ganarlo. Tengo nivel para ganar a cualquiera de aquí y jugar de igual a igual, pero tengo que dar lo mejor de mí, luchar y tener buena actitud. Esto determina ganar o perder”, explicó la paulista tras su sesión preparatoria con Jordi Campos, el técnico de la barcelonesa Ad in Tennis Academy de Albert Portas y Germán Puentes que la acompaña estos días.
Ourense y Vigo
Tras el bronce en Tokio dos días antes de cumplir los 27 años, Galicia ha sido su destino. “Entrené una semana en Barcelona, porque vivo allí”, explicaba este domingo en Samil, y escogió Ourense primero y Vigo ahora. “Hacía mucho que no jugaba un individual y para adaptarme”.
La ‘canarinha’ reconoce que sigue saboreando el metal olímpico. ¿Tres semanas después se ha podido bajar de la nube? “La verdad, aún no. Porque ser comparada con ‘Guga’ Kuerten, con Fernando Meligeni… son nombres muy grandes que siempre me han inspirado mucho desde pequeña y me han hecho querer jugar al tenis con su pasión y su garra. Esto se quedará para toda mi vida”. Brasil nunca había ganado una medalla olímpica en tenis. Lo más cerca, un cuarto puesto de Meligeni en Atlanta 96. Y Pigossi y su compañera se han ganado titulares en su país.
La jugadora brasileña llegó a España en 2016 (su hermano también vive en Barcelona) y el verano pasado se pasó a sus nuevos entrenadores, “que me vienen dando muy buenos resultados”, indicó. Acabado el confinamiento, tomó la decisión. Se entrena en el Club Tennis Barcino.
Pista más lenta
Además de en el cuadro individual, Laura también se ha inscrito en los cruces por parejas. “En Ourense se lesionó el domingo mi compañera de dobles y tuve que encontrar a alguien a última hora; aun así pude llegar a semifinales y zafar la semana. En Vigo tengo más expectativas porque competiré con una chica con la que ya he jugado dobles”.
¿Y las pistas? El Concello ha cedido a la FGT seis. La superficie dura es “un poco más lenta que en Ourense”, donde ha jugado en el Club Santo Domingo, “pero me siento muy bien jugando al nivel del mar, que es donde entreno en Barcelona, y el club (el complejo) y sus pistas me agradan mucho”, indicó la tenista, que elogió el trabajo de la organización.
Pero a la Federación Gallega le interesa este internacional de 25.000 dólares en premios para dar oportunidades a sus mejores raquetas. La vilagarciana Jéssica Bouzas, ganadora en este su primer año profesional de tres torneos, era uno de los nombres de lujo, pero se ha lesionado compitiendo en Canarias (dislocación del hombro izquierdo) y es baja.
Balas gallegas
Jéssica no es la única bala gallega. La FGT ha dado entrada como invitadas a la fase final a la pontevedresa Celia Cerviño y a la coruñesa Eva Álvarez (RCT Coruña), actuales campeona y subcampeona gallegas. Y en la fase previa, Ainara Vegal (RCT Coruña). A petición de la RFET, las otras invitadas son Alba Rey y Ángela Fita.
La organización estima que a partir de las 10:00 horas de este lunes comenzará el cuadro individual, que podría resolverse en un maratoniano primer día. Con todo, no se permite la entrada de público. FGT y Concello están viendo los protocolos -la ITF los aplica de forma estricta- para que pueda acceder un número limitado de espectadores a la fase final. La organización cuenta con una docena de personas, y por las pistas de Samil se moverán los primeros días cuarenta jugadoras, otros tantos entrenadores y una quincena de jueces de silla y jueces de línea.
Raquetas de 24 países y cuatro continentes (América, Europa, Asia y Oceanía) acuden a Samil. Y entre ellas, también la subcampeona en Ourense, la húngara Fanni Stollar, o la finesa Anastasia Kulikova, número 4 del ránking ITF (distinto del WTA), y la gala Carole Monnet, número 13 del mundo, versión ITF.