Los miembros de la entidad neozelandesa tenían todo preparado para la llegada de los jugadores del Blusens. Los esperaron en el aeropuerto y, unos minutos después, recibieron un caluroso acogimiento en la sede del que será su club adoptivo durante las próximas semanas. De hecho, el Hora Hora estaba tan preparado para la llegada de Maguna, De Cabo, Abadía, Uruburo y Muñiz, que ya pisaron el césped para realizar el primer entrenamiento.
Los cinco jugadores del Vigo Rugby se alojarán en una vivienda unifamiliar con vistas al mar durante los próximos meses, como muestran sus fotografías, y tras pasar la primera noche en Nueva Zelanda, comenzaron el segundo día con las chanclas como calzado -los neozelandeses son fanáticos de esta prenda- y con su camiseta nueva del Hora Hora. A continuación, pudieron disfrutar de alguna cerveza local y, eso sí, también trabajaron un poco al acompañar a Uncle Hubert en su labor cotidiana de reparto de bolsas de hielo. Es el Dream Big Aotearoa para cinco rugbiers del Blusens vigués.