Así sucede en el caso de Dimas Lárez, que llegó a Vigo procedente de Venezuela a la tierra de la familia de su futura esposa en busca de trabajo y un futuro por la mala situación que vivie el país sudamericano. “Mi prometida tiene familia en Salceda de Caselas y yo juego al rugby desde los veintidós años. Como todo rugbier, cuando llegas a un sitio nuevo, buscas el lugar para jugar y encontré este equipo. Vine a ver un partido y el martes me acerqué al entrenamiento y me dijeron que era bienvenido. Comencé a entrenar y no sabía en que equipo iba a estar, si en el de liga gallega o en el de División de Honor B”, indica el jugador.
Antes de un puesto laboral, antes de conocer si su estancia es definitiva o pasajera, el venezolano ya disputó sus primeros minutos en As Lagoas. “Estoy buscando trabajo. Soy ingeniero industrial y tengo un postgrado. Siempre estuve trabajando en Venezuela hasta hace un año, que quedé sin empleo. La situación de Venezuela es delicada, es algo que no está oculto. Ahora busco oportunidades y también regularizar mi situación. Mi prometida tiene familia aquí, pero es italiana y tenemos que casarnos para adquirir todos los derechos. Estamos con los papeles del matrimonio”.
Y es que la pasión por el balón oval de Dimas Lárez viene de lejos. “En Venezuela, en el primer equipo en el estuve, quedamos ocho veces seguidos campeones de la zona regional en la que competía y fue subcampeón del torneo de provincias. Estuve varias veces en los seleccionados nacionales, pero fue hace mucho tiempo ya. Después estuve alejado durante un tiempo por motivos de la familia y del trabajo y hace un año y medio volví a jugar», indica el tres cuartos y añade que “las condiciones físicas no son las misms que cuando estaba al máximo nivel, pero la voy intentando retomar poco a poco. El juego en España es diferente al que se practica en Venezuela. Allí tenemos un estilo más abierto, en el que el oval llega más a ala y regresa. En España se juega mucho más frontal, por el canal del diez y del once va el 80% del juego”.
Dimas Lárez reconoce que «si me preguntas hace dos años, jamás pensé que terminaría en Vigo. Llegué aquí por casualidad. Mi futura esposa tiene familia y, un día, debido a la situación de Venezuela, pusimos la vista en España y, al tener familia, llegamos aquí. Queremos quedarnos por mucho tiempo».
Venezuela, lo que no sale en la televisión
Y que la decisión de abandonar el país de Lárez parece meditada porque entiende que la situación de Venezuela es mala. «Siempre llegamos a este punto. Por lo que he visto aquí, la situación del país se ve incompleta. No se transmite la calidad de vida. Está muy por debajo de lo que es España. Hay gente que pasa seis horas en una cola para acceder a productos regulados, la inseguridad es muy alta y la situación es bastante complicada. Sí hay gente que tiene una idea más certera por la emigración y por tener familiares allí», indica el rugbier y añade que «más que por la televisión, es por disponer de contactos en Venezuela por lo que se llega a conocer bien lo que pasa en el país. Por ejemplo, la semana pasada estuve hablando con un árbitro vasco y que tenía familia allá y él sabía bien la situación que se estaba pasando. Aquí se ve una cosa, pero es más profundo».