Y es que Oatearoa, esa tierra de la gran nube blanca, es como los maoríes de los mares del sur definen a la nación más grande de la zona, la lejana, recóndita Nueva Zelanda. Es la referencia, la Meca para cualquier aficionado que cada fin de semana salta al terreno de juego en busca de un balón oval. No es la cuna del rugby, pero a día de hoy, es el país del rugby.
Su selección es popularmente conocidos como ‘all-blacks’ y vestir su camiseta te convierte en uno de ellos para toda la vida. El Vigo Rugby tiene al mando del equipo a uno, Norm Maxwell, que es el que ideó el Dream Big. Esto consiste en enviar a varios de sus jugadores unos meses a Nueva Zelanda para enrolarse en un club local, conocer la esencia pura del rugby, y regresar a Vigo con las pilas cargadas y nuevos conceptos para plasmar el aprendizaje sobre los campos norteños.
Pero esto es rugby y sería demasiado sencillo llegar a un avión con el billete en la mano. Los seleccionados para tal aventura son Javier Abadía, Marcos Muñiz y Adolfo Rodríguez ‘Uru’, tres de los mejores jugadores y más jóvenes del equipo vigués, que estarán acompañados por el veterano Carlos de Cabo, un rugbier polifacético, que apunta a los banquillos. Para lograr alcanzar la tierra prometida, la Aotearoa, llevan meses de esfuerzo en el campo y ahora deberán ganarlo con la hucha en la mano y recaudando fondos.
El conjunto vigués es amateur y los jugadores deben realizar el último empujón para sostener la particular melé del viaje. Tienen un cerdito, bautizado como ‘Pigmaul’, que será el encargado de llenarse de fondos antes de su particular San Martiño. Ya recibió algún billete y alguna moneda y acudirá durante las próximas semanas a todas la actividades del Vigo Rugby y los cuatro jugadores. Estará en el esperado derbi ante el Crat coruñes y, si no se tuercen las cosas, realizará el Camino de Santiago junto a los cuatro protagonistas del viaje. Los jugadores tienen previsto llegar a Santiago para promocionar su aventura y obtener unos euros. Si alguien quiere contribuír tiene los detalles en la página de facebook llamada Dream Big Aotearoa.
Si lo consiguen, la idea es tan simple como emocionante para Muñiz, De Cabo, Uru y Abadía. Pasarán entre dos y tres meses en Nueva Zelanda donde los acogerá un club local. Probablemente, el original del propio Norm Maxwell en la ciudad de Christchurch, en la región de Canterbury. Si existe un lugar donde se vive el rugby es allí, donde nació Richie McCaw y otros muchos grande de la historia del deporte del balón oval.
Jugarán en el club local y su nivel los llevará hasta donde puedan llegar porque en Nueva Zelanda se juega por franquicias. Si destacas en el club, pasas a la categoría regional, a la provincial y si destacas en todos puedes llegar a la ITM Cup o al Super Rugby (conjunta con Sudáfrica, Australia y ahora Argentina). Son las máximas competiciones. No llegarán a tanto los vigueses pero es posible que compartan vestuario con alguno que si haya disputado estas competiciones. De hecho, las estrellas acostumbran a foguearse en los clubes locales al salir de una lesión o cuando se apartan de la primera línea. Allí juegan con hermanos, primos y amigos de la infancia.
La idea es tan atractiva que los interesados muestran toda la ilusión del mundo. Una ilusión que comparten los compañeros de equipo y todo el Vigo Rugby. Y es que la idea incluye que, tras el viaje de los vigueses, después devuelvan la visita varios rugbiers neozelandeses por unos meses, cuando la competición allí baje el telón. Una especie de Erasmus rugbístico bajo el amparo de la familia universal del balón oval. Un sueño de casi 20.000 kilómetros con la ayuda del mundo del balón oval y la colaboración del entrañable ‘Pigmaul’.