Par el conjunto vigués tiene mucha importancia este encuentro porque será una prueba para medir el nivel de sus jugadores, ya que ambos equipos tienen la misma media de edad y cuentan con el mismo objetivo, que no es otro que madurar para poder militar en la máxima categoría próximamente. La gran diferencia existente entre los dos conjuntos son los medios con los que cuenta cada uno. A priori, los visitantes deberían estar por encima de los locales. El CyL esta formado por grandes promesas llegadas de toda la geografía española.
Los palentinos ocupan la cuarta posición de la tabla, mientras que los locales son sextos. Aunque matemáticamente todavía es posible, los vigueses tiene muy complicado poder disputar la Copa Príncipe, para la que se clasifican los cuatro primeros al final de la primera vuelta, que concluye esta jornada. El milagro depende, entre otros factores, de una improbable victoria del colista, el Intasa San Sadurniño, en la pista del Barcelona.
El técnico palentino, Ricardo Maldonado, desplaza a toda su plantilla, 16 jugadores, y hará los descartes minutos antes del comienzo del encuentro. Entre los visitante se podrá ver al futuro del voleibol español y a algunos de los jugadores a los que intentó fichar el Club Vigo este verano y que al final optaron por seguir en la concentración, como son Carlos Jiménez y Víctor Rodríguez.
Los vigueses, por su parte, afrontan el partido con la moral muy alta después de las dos victorias seguidas y no quieren bajar el ritmo de su juego. Los técnicos locales recuperan a Cali y existe la posibilidad que pueda estar unos minutos en la pista Luis Linares, ya muy recuperado de su lesión en el tobillo derecho.