El día después de la jornada electoral deja lecturas de todo tipo y análisis más pormenorizados que permiten apreciar la tendencia de voto por parroquias o áreas concretas de cada ciudad. En el caso de Vigo, el PSOE (43.332 votos, 9.840 más que en 2016) ganó en más zonas pero el PP (44.064 votos, 7.001 menos que en 2016) se llevó el gato al agua al anotarse el voto del centro urbano, con mayor densidad de población. Además, los ‘populares’ fueron la fuerza que más apoyos recibió en territorios que no se le suelen resistir: Saiáns, San Miguel de Oia, San Andrés de Comesaña, Alcabre y Coruxo.
En este último caso, no obstante, se apreció una significativa división. Aunque el cómputo general decanta la balanza hacia la formación que lidera Núñez Feijóo, que se impone en la zona más cercana a las playas (O Vao, Calzoa, Fontaíña), los socialistas tienen más tirón en la parte media y alta: Carrasqueira, Fragoselo, As Roteas o Ricardo Mella.
La victoria del PP en el casco urbano también tuvo, como es lógico, algunas excepciones. Quizás la más sorprendente sea la victoria del BNG (31.628 votos, 22.125 más que en 2016) en el entorno la Praza do Rei, el Casco Vello alto y una parte de la Miñoca. El PSOE también fue capaz de arañar territorios en un sector de Torrecedeira o en las inmediaciones del nudo de Isaac Peral.
Otra zona dividida, en este caso por sus contrastes residenciales, ha sido Navia. En la zona de San Pelayo ganó el PP pero en el PAU, más poblado y con una media de edad muy joven, venció la candidatura encabezada por Gonzalo Caballero, seguida por el BNG y con Feijóo relegado a la tercera posición.
Mientras, el color rojo de los socialistas impregnó Sárdoma, Lavadores, Beade, Sampaio, Bembrive, Matamá, San Xoán do Monte, Zamáns, Teis, Castrelos, Valladares, Cabral, Candeán y zonas como Balaídos, Calvario, la Doblada o Pereiró. Aunque de forma menos unánime, el PSOE también fue la opción más elegida en Bouzas y Coia, donde sólo la zona de la parroquia del Rocío se decantó por el PP.