Las obras de la Vía Verde de Vigo, que en agosto inauguró un primer tramo de 400 metros, están un poco más cerca de reanudarse. Los trabajos llevan meses paralizados después de que la empresa responsable de sacar adelante el proyecto -que abarca 3,6 kilómetros- renunciara a ella, pero el Concello dando pasos para establecer los términos de la nueva licitación y retomar la actividad. Este trámite cuantifica cuánto llegó a ejecutar la anterior firma y cuál será el importe de este segundo contrato. Y en ese proceso el Gobierno local se ha topado con un sobrecoste estimado de 370.000 euros.
La razón se halla en que el trazado proyectado inicialmente, al llegar a Vía Norte, choca con la construcción del Centro Vialia. Concretamente, el trazado de la senda se solapa con el aparcamiento que dará servicio a la futura estación intermodal y la superficie comercial.
Por ello, se hace necesaria una solución estructural para salvar el talud existente en una longitud considerable de más de 100 metros lineales, que costará en torno a 150.000 euros. Además, tras proceder a las labores de desbroce del resto del ámbito y ejecución de la obra, se detectaron taludes inestables de notable altitud, hasta seis metros, que deben ser estabilizados o deben ser abordados con un muro de contención. Una obra que saldría por 60.000 euros.
Entre todos estos imprevistos también se encuentra el deterioro de algunos elementos no estructurales ocultos bajo el balasto. El proyecto contemplaba una restauración pero, tras la retirada de la vía efectuada por ADIF con posterioridad a la licitación de la obra y su comienzo, se apreció la necesidad de reemplazar algunos tramos. Esto elevará el presupuesto en unos 10.000 euros. El coste crecerá otros 150.000 euros debido a ese estado real del balasto, que encarece la gestión de residuos al ser necesarias varias labores de cribado y separación previas.
Así, las actuaciones necesarias para finalizar la obra -retranqueo del trazado en el entorno de Vía Norte, consolidación de taludes, renovación de elementos no estructurales y la correcta gestión de residuos contaminados no tipificados uniformemente- suman 370.000 euros que harán que el proyecto pase de los 1,13 millones que contemplaba la adjudicación de la obra a 1,5 millones (un tercio más). En definitiva, superan ampliamente el límite de cambios del 20% previsto en el pliego de condiciones, lo cual se considera un cambio sustancial de la base económica que permite liquidar el contrato.
Importes nuevos
Los cálculos realizados por los técnicos municipales cifran en casi 500.000 euros la obra ya realizada por la UTE Prace Servicios y Obras – Excavaciones y Transportes Manuel Rodríguez, ganadora de la adjudicación. Así, el resto del importe será el que salga de nuevo a licitación para que otra empresa se ocupe de terminar los trabajos.
Ahora los funcionarios municipales recomiendan realizar un nuevo estudio detallado para el resto del ámbito de las necesidades y del estado real tras el paso de las obras de ADIF, plasmado así en otro proyecto constructivo que solvente todas las incidencias anteriores. De esta manera se podrá volver a sacar el proyecto a concurso para terminarlo.