La Ría de Vigo, y en especial la zona de desembocadura del río Lagares, es un lugar en el que numerosas especies de aves paran durante sus viajes migratorios, pero en rara ocasión se puede ver a un flamenco. El hábitat natural de los flamencos son humedales de aguas salinas y existen colonias importantes en el litoral mediterráneo y en puntos del este y sur de la Península, pero apenas es posible verlos en el norte de España. Doñana o el Delta del Ebro son zonas habituales de cría y paso.
El ejemplar visto este viernes en Vigo podría haberse desviado de su ruta tradicional de migración a África debido a las inclemencias meteorológicas registradas en el Mediterráneo. Lo cierto es que por unos minutos, las personas que paseaban por la playa de O Vao pudieron disfrutar de una vista muy poco común en estas latitudes.