Vigo no solo es la ciudad más grande de Galicia, también es uno de los municipios con mayor diversidad de fauna y flora. Sus parroquias de rural, donde existen numerosos parques forestales y una rica biodiversidad, son otro de los tesoros de la mayor urbe gallega. A tan solo unos kilómetros del casco urbano de Vigo hay especies de gran importancia como el corzo, pero son pocos los vigueses que conocen su presencia y muchos menos los que han logrado poder admirar corzos con sus propios ojos cerca de viviendas.
Esta es la suerte que tienen desde hace aproximadamente un mes los vecinos del Camiño da Revolta, en la parroquia de Matamá, una de las muchas zonas de la ciudad en la que numerosas viviendas unifamiliares se han levantado junto a los tradicionales campos de plantaciones hortifrutícolas.
La primera vez que vieron a dos corzos fue el pasado 8 de abril y dieron aviso a la Policía Local. Desde su ventana observaron a los dos animales, asustados y perdidos entre las casas de la zona. Huidizos ante cualquier ruido, parecían desorientados y atrapados.
Agentes de la Policía acudieron a la zona pero no consiguieron detectar su presencia. Durante los días siguientes la presencia de los corzos fue más esporádica y este viernes, 1 de mayo, varios vecinos consiguieron grabar a uno de ellos con el teléfono.
En un vídeo de apenas unos segundos se puede observar al animal en un campo cercano antes de esconderse entre la vegetación. Todo apunta a que la escasa presencia de vehículos, también de personas, ha provocado que se acerquen más a las viviendas.
No es la primera vez que se ven corzos en el municipio y cerca de viviendas de Vigo. Hace tan solo unos meses también fueron detectados en Cabral y el año pasado un ejemplar fue visto cerca de la playa de Canido.