La Consellería de Medio Ambiente, Territorio y Vivienda publicó este lunes en el DOG el decreto de aprobación del nuevo Plan Rector de Uso y Xestión (PRUX) del Parque Natural del Monte Aloia, un instrumento de ordenación específico en el que se detallan los objetivos y criterios principales a seguir a la hora de gestionar los distintos aprovechamientos, tanto públicos como privados, de este espacio natural. El documento entrará en vigor a partir del día 14 de marzo.
Con una vigencia mínima de 10 años, este es el segundo PRUX del Monte Aloia ya que el anterior había sido aprobado en 2009. El Gobierno gallego responde así a la necesidad de dotar a este parque de un instrumento de gestión propio, moderno y actualizado que desarrolle las directrices recogidas en su Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) y que establezca a la vez las previsiones de actuación de la Administración dentro de su ámbito.
El nuevo PRUX, en todo caso, no fija nuevas limitaciones ni es más restrictivo que el PORN aprobado en 2001. En este sentido, el documento busca ante todo clarificar y sistematizar la normativa existente con el fin de contar con una regulación única que compatibilice cada uno de los usos permitidos con la conservación de la biodiversidad de este espacio.
La aprobación de este decreto se enmarca en el proceso de actualización normativa que impulsó la Xunta en los últimos años con el fin de dotar a los seis parques naturales que existen en la comunidad de una hoja de ruta específica y adaptada a sus necesidades y características particulares. De hecho, a día de hoy son ya cuatro los PRUX aprobados definitivamente en Galicia: el del Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las Islas Atlánticas, en diciembre de 2018; el del Parque Natural de la Serra da Enciña de Lastra y el del Parque Natural de O Invernadoiro, ambos en julio del año pasado; y finalmente, el del Monte Aloia.
Los PRUX son herramientas de ordenación en los que se detallan los objetivos y las pautas de gestión que rigen en cada espacio natural por un período de tiempo limitado. A la vez, protegen y regulan los usos y aprovechamientos permitidos en cada una de las zonas identificadas dentro de los parques y concretan las actuaciones a desarrollar en materia de conservación, uso público o investigación, entre otros.
Plan de Emergencias
El objetivo general y común a todos los planes rectores es garantizar y mantener el buen estado de los hábitats naturales y de las especies de fauna y flora presentes en los parques, pero teniendo en cuenta también las exigencias económicas, sociales y culturales de cada zona. Para la consecución de estos objetivos genéricos, los PRUX contemplan una regulación específica de usos y actividades, establecen una zonificación clara del territorio con distintos niveles de protección y restricciones, e incluyen un plan económico para dar soporte a las actuaciones.
Asimismo, el PRUX también contempla como novedad un Plan de Emergencias, que será el primero con el que cuente este parque natural y que busca optimizar la utilidad de los recursos técnicos y humanos disponibles en el mismo, con el objetivo de controlar de forma rápida la evolución de una eventual emergencia y minimizar sus posibles consecuencias.
Por otra parte, el decreto publicado hoy no solo aprueba el segundo PRUX del Monte Aloia sino que también modifica el decreto original de aprobación de su PORN, con el fin de homogeneizar las denominaciones de la zonificación con las de los otros parques naturales de Galicia, facilitando así su interpretación, y adaptarlas con mayor coherencia a la realidad actual de los hábitats y especies protegidas de este parque.
El primer parque natural
Declarado en 1978, el Monte Aloia, con apenas 746 hectáreas, fue el primer parque natural de Galicia. Situado en el límite sur de la Serra do Galiñeiro uno de sus grandes atractivos son las vistas panorámicas de los valles del Miño y del Duero. Sus particulares características hacen que el PRUX se fije el reto de ampliar la proyección de este espacio natural hacia la sociedad. Así, aspira a convertirlo en un ejemplo de gestión del agua y de los hábitats asociados, ya que en el Aloia nacen cinco corrientes fluviales y también es una zona de recargo de acuíferos.
En la misma línea, resalta el potencial de este parque para postularse como un espacio en el que se desarrollan modelos de explotación silvícola del monte comunal que, además de rentables y sostenibles, también pueden ser compatibles con la conservación de la biodiversidad. Además, se planifican medidas orientadas a restaurar los hábitats naturales del monte, contribuyendo a disminuir el riesgo de incendios e incrementar la resiliencia del conjunto frente al fuego.
Para conseguir estos objetivos el decreto prevé un conjunto de medidas agrupadas alrededor de cuatro programas de actuación: programa de conservación de la biodiversidad, el paisaje y el patrimonio cultural; programa de investigación, seguimiento y evaluación; programa de extensión del uso público; y programa de mejora de las infraestructuras y equipaciones.
De acuerdo con las previsiones de usos y aprovechamientos a futuro incluidas en el nuevo PRUX, se elaborará un programa económico-financiero con una vigencia mínima de 10 años para financiar las actuaciones correspondientes a estos cuatro programas. En las dos primeras anualidades, la inversión prevista asciende a 200.000 euros, reservándose al capítulo de gestión del uso público del parque la cuantía más importante (85.000 euros).
En cuanto a la zonificación, las cuatro zonas del PRUX de 2009 se reducen ahora a tres: la de uso limitado, que abarca los territorios con un valor de conservación alto por lo que su uso público queda restringido; la de uso compatible, con predominio de los medios antrópicos y seminaturales, muy vinculados a los sistemas de aprovechamiento tradicional; y la de uso general, que tienen un valor de conservación medio o bajo y deben absorber, por tanto, la mayoría de las actividades de recreo y ocio, con el fin de reducir la presión sobre áreas más sensible.