El primer aviso llegó a las 07:49 horas y procedía de una zona cercana al campo de O Vao y la entrada al Club de Campo, donde una persona había visto a un ejemplar de nutria que parecía estar herido. Una vez en el lugar, la patrulla confirmó el peor de los pronósticos, ya que el animal había fallecido.
A este aciago episodio se sumó otro poco después. En torno a las 11:20 horas, funcionarios de la Xunta solicitaron la colaboración la UMIR en la avenida da Beiramar, concretamente en el puerto deportivo San Gregorio, donde habían localizado un delfín fallecido en la rampa del embarcadero.
Así pues, los agentes iniciaron los trámites correspondientes para retirarlo, extrayendo muestras del golfiño y preparándolo para su traslado. Posteriormente, tras desplazarse al lugar y tomar muestras miembros del Centro de Estudio de Mamíferos Marinos (Cemma), se hizo cargo de él el servicio de limpieza, depositándolo en un contenedor para luego dar aviso a la Gestora de Subproductos de Galicia (Gesuga) y completar su retirada. Se trataba de un delfín común de 1,70 metros de largo.
Quizás para compensar las dos pérdidas, a continuación llegarían dos notas positivas. Miembros de la sección medioambiental pudieron liberar a una urraca en su hábitat natural tras ser rescatada a media tarde de un domicilio particular donde, según parece, entró desorientada tras golpearse con una cristalera.
Ya a última hora, pasadas las 21.00 horas, se produjo otro rescate, esta vez en Valladares, cuando una vecina requirió la presencia de una patrulla al encontrarse una serpiente en su propiedad. La dotación comprobó que el reptil estaba totalmente enroscado en una red, por lo que inició una cuidadosa labor mediante pequeños cortes en el balizado para liberar al animal, un ejemplar de culebra bastarda que fue puesto en libertad en su hábitat natural.