Galicia afronta una nueva temporada de alto riesgo reforzando los recursos con los que cuenta para hacer frente a los posibles incendios forestales. Un operativo de más de 7.000 personas estará al frente de la campaña, contabilizando tanto los profesionales propios de la Xunta como los adscritos a otras administraciones.
Para afrontar este verano de altas temperaturas se han renovado 13 motobombas del servicio, que integrarán un despliegue conjunto de cerca de 380 de estos vehículos. Además, se movilizarán hasta 30 medios aéreos, aportados tanto por la Xunta como por el Estado, una cantidad semejante a la de la anterior temporada de alto riesgo.
El gobierno gallego prevé invertir entre este año y el próximo casi 19 millones de euros en vehículos y diverso material para el Servicio de prevención de incendios forestales de Galicia. Se trata tanto de motobombas y todo terrenos como de equipos de protección individual, motosierras, desbrozadoras y otros equipos necesarios para el desarrollo de su actividad.
Así, en lo que va de año, se entregaron ya seis motobombas, 137 vehículos pick-up para otras tantas brigadas, 15 vehículos todo terreno para los agentes, las 11 prendas que constituyen el uniforme de los 387 agentes de la Consellería do Medio Rural y cerca de dos mil unidades de motosierras, desbrozadoras, equipos de protección individual de corte, cascos, guantes y botas y pantalones anticorte.
Además, en el segundo semestre de este año está previsto entregar otros 113 vehículos todo terreno y diferente ropa para técnicos, así como trajes de agua y botas de agua para el personal (5.000 unidades en total).
Todos estos recursos se dotan de acuerdo al Plan de prevención y defensa contra los incendios forestales de Galicia (Pladiga), que tiene como principal objetivo en este 2022 reducir al máximo posible las consecuencias ecológicas, económicas y sociales producidas por los incendios forestales. Para ello el documento incorpora cuatro ámbitos diferentes de planificación: prevención; detección, disuasión, investigación y medidas correctoras; extinción y formación.
El Pladiga 2022 presenta una serie de novedades con respeto al año pasado, entre las que destacan las mejoras organizativas del dispositivo, la ampliación de la red de vigilancia fija, avances tecnológicos y nuevas funcionalidades en la lucha contra el fuego, el impulso a la Unidad de Investigación de Incendios Forestales (UIFO) o la actualización de las parroquias de alta actividad incendiaria.
En relación con el primero aspecto, vinculado con la mejora de la organización, se crea el Sistema estructural de mando operativo, con el fin de mejorar la seguridad y la eficacia de las operaciones en incendios de complejidad avanzada. Con este sistema se consigue liberar de tareas secundarias al director técnico de extinción de cada fuego, reforzando su papel en la coordinación del dispositivo. Además, se establece la sectorización, en caso necesario, de los incendios, para gestionar con mayor eficacia los medios desplegados y las labores de extinción.
Seis cámaras más de vigilancia
Otra novedad del Pladiga 2022 tiene que ver con la vigilancia fija. Dentro de esta red se incrementan en seis las cámaras disponibles, en tres nuevas localizaciones, con lo que se consigue la cifra de 148 unidades en 74 localizaciones. Estas cámaras cuentan con una tecnología de última generación, especialmente diseñada para exteriores y vigilancia forestal, con zoom remoto, movimiento horizontal y vertical, rotación en los 360º automática y bajo demanda, visión panorámica y altas capacidades de grabación.
En el campo tecnológico, se introducen nuevas funcionalidades en cuanto a la reconstrucción del fuego, aprovechando las más de 4.000 emisoras con las que cuenta el servicio. Además, se pueden generar perímetros automáticos relativos a la superficie afectada, lo que permitirá predecir el potencial del fuego y tomar decisiones a la hora de focalizar los medios en los puntos y momentos clave.
Formación
En este ámbito destaca la creación de una nueva aplicación de formación, que provee un repositorio multimedia unificado con los cursos impartidos al personal del dispositivo de incendios, material didáctico de consulta asociado, circulares y comunicaciones de interés. Ofrece acceso por categorías y perfiles profesionales, con el fin de garantizar una accesibilidad personalizada en función de las necesidades de cada puesto de trabajo. Otra mejora introducida en el Pladiga 2022 tiene que ver con la modernización de los centros de coordinación, tanto del central, situado en Santiago, como del provincial de Ourense.
En el apartado de la formación, hay que destacar como novedad la programación de una serie de encuentros en parroquias de alta actividad incendiaria. Iniciados durante el mes de junio, tienen como fin concienciar y sensibilizar a la población de estas parroquias sobre los daños que ocasionan los incendios y los riesgos que representan para las personas y para los bienes, tanto forestales como no forestales, y como deben actuar ante un fuego.
Este año sigue vigente el plan de formación aprobado en el 2021 para el período 2021-2024. Conforme a esta planificación, en este año se están impartiendo un total de 29 cursos, especialmente dirigidos al personal del servicio, pero también a la población en general.
Con respeto a la investigación de los fuegos, en este documento se hace por primera vez balance de la actuación de la Unidad de Investigación de Incendios Forestales (UIFO), que desde su creación -el pasado año- realizó ya un total de 242 diligencias de diverso tipo, entre ellas varias relacionadas con la puesta a disposición judicial de presuntos incendiarios.
Parroquias de alta actividad incendiaria
En relación con las parroquias de alta actividad incendiaria, el Pladiga 2022 identifica un total de 35, cifra idéntica a la del año pasado, pero con el matiz de que 31 de ellas repiten respecto a la anterior campaña. Así, cuatro de estas parroquias salen del listado. Se trata de las de Ribasieira, (Porto do Son), Covas (San Cristovo de Cea), Soutipedre (Manzaneda) y A Ponte (A Veiga). Otras cuatro parroquias entran en el listado. Son las de Meiraos (Folgoso do Courel), A Gudiña (A Gudiña), O Pereiro (A Mezquita) y Calvos (Calvos de Randín).
Con respeto al Plan preventivo, la Xunta destina este año un total de 33,1 millones de euros a esta planificación, lo que supone incrementar su dotación cerca de un 13% respeto del ejercicio anterior. En total, con esos fondos está previsto actuar en más de 58.600 hectáreas de terreno y en 5.780 kilómetros de pistas forestales y otras vías. De este modo se incrementan ligeramente las previsiones en cuanto a la superficie de intervención, al tiempo que crece cerca de un 16% la cifra de kilómetros. Además, en este plan también se establece como horizonte la construcción de 111 nuevos puntos de agua y la mejora de los 4.750 existentes. Esto supondrá actuar en un total de 4.861 puntos.
El 75% de los concellos tienen un plan
La Consellería do Medio Rural elaboró y entregó un total de 259 planes municipales antiincendios a sus respectivos ayuntamientos, de los cuales 186 ya están aprobados de forma definitiva. Así, en tres años se pasó de no haber case ningún plan en Galicia a que lo tengan hoy en día -aprobado o en tramitación- cerca del 75% de los municipios gallegos.
La elaboración de los planes municipales de prevención y defensa contra los incendios forestales -que exige la Ley 3/2007 del 9 de abril de prevención y defensa contra los incendios forestales de Galicia- es competencia de los ayuntamientos. Sin embargo, ante la dificultad técnica que tenían los municipios a la hora de elaborar dichos planes, la Xunta asumió este trabajo al amparo del convenio de protección de las aldeas, suscrito entre la Xunta, la Federación Gallega de Municipios y Provincias (Fegamp) y Seaga en el año 2018 y al que están adheridos un total de 273 ayuntamientos gallegos.
La Consellería remite un primer borrador del plan al ayuntamiento pertinente para que sea analizado por el propio Gobierno local. Una vez dado el visto bueno, se le remite el documento final para su aprobación en el pleno municipal.