La investigación se inició al detectar anuncios de venta en varios portales web de compraventa. Los vendedores, vecinos de Vigo, utilizaban identidades falsas para ofrecer a través de las webs a los animales sin legalizar, sin conocer su procedencia y sin ningún tipo de control sanitario.
Los componentes del Equipo del Seprona de Vigo, que llevaron a cabo las investigaciones, consiguieron frustrar varias ventas, recuperando una guitarra realizada con caparazón naturalizado de tortuga mora, dos colmillos de marfil, un ejemplar naturalizado de cocodrilo del Nilo, un ejemplar entero naturalizado de tortuga care y 80 centímetros de sierra de un pez sierra.
La venta ilegal de este tipo de fauna se encuentra regulada por la Convención sobre el Convenio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna Silvestres (CITES), estando prohibida la tenencia por parte de particulares.