La industria de procesado y conservación de pescados, crustáceos y moluscos, una de las más intensivas en consumo energético por la gran cantidad de procesos térmicos que se llevan a cabo de sus plantas de manufacturado, busca desengancharse del gas y del petróleo con la ayuda de la Universidad de Vigo.
Se trata del proyecto DES.CO2, en el que participan la Asociación Nacional de Fabricantes de Conservas de Pescados (Anfaco-Cecopesca) y la UVIGO-APET (Applied Power Electronics Technology), grupo de investigación de la Universidade de Vigo de especialistas en electrónica de Potencia.
Actualmente, como explica la patronal de la conserva en un comunicado, casi la mitad de la energía empleada en el sector proviene de combustibles fósiles, que suponen un volumen de consumo energético de unos 80 millones de euros anuales.
El objetivo de DES.CO2, proyecto financiado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia es mejorar la eficiencia energética y el impacto ambiental del sector conservero avanzando hacia la descarbonización y la mejora de la eficiencia en los procesos térmicos.
Para ello, trabajan en el empleo de tecnologías emergentes y disruptivas, como la inducción, los ultrasonidos y el calentamiento óhmico, que permitan reducir los consumos energéticos y avanzar en la electrificación de los procesos, permitiendo abandonar los combustibles fósiles y adoptar fuentes de energía eléctrica renovable, con la consiguiente reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y una mejora en la sostenibilidad y competitividad de los procesos.
La inducción es una tecnología innovadora de calentamiento sin contacto basada en electromagnetismo que ofrece diversas ventajas, como alta eficiencia energética, calentamiento controlado, alta seguridad, etcétera.
Los ultrasonidos son ondas sonoras con una frecuencia muy superior a la percibida por el oído humano y en los últimos años las investigaciones se han centrado en el mecanismo de acción de los ultrasonidos de alta intensidad.
La utilización de ultrasonidos en el proceso de cocción genera una mayor retención de humedad de los productos tratados a la vez que una mayor eficiencia energética, optimizando los tratamientos térmicos convencionales.
El calentamiento óhmico, por último, es una tecnología en expansión en la industria alimentaria que se empleó por primera vez para pasteurización de leche en Estados Unidos. Su principal atractivo es la posibilidad de calentar materiales a través de un proceso interno de generación de calor, es decir, la energía atraviesa el alimento para calentarlo a la vez por dentro y por fuera; además, no calienta el medio que rodea al alimento y se aprovecha mejor la energía empleada. Es uno de los métodos más eficientes en aplicaciones térmicas y se ofrece como una alternativa interesante para el procesado de alimentos al favorecer un calentamiento homogéneo.
Según Anfaco-Cecopesca, proyectos como el DES.CO2 sirven para potenciar una industria más resiliente y competitiva a escala mundial y, además, sus resultados serán exportables a otras empresas del sector alimentario que emplean los mismos procesos y equipos, como el sector lácteo.
Del mismo modo, será aplicable al sector aeronáutico, al ser intensivo en procesos térmicos de autoclavado para fibras de carbono y composites.