El Grupo de Trabajo Internacional Orcas Atlánticas, formado por expertos españoles y portugueses, baraja la hipótesis de que los cetáceos respondiesen «un incidente aversivo con una embarcación, en la que la velocidad del barco pudo ser un componente crítico», aunque tampoco descarta que los acercamientos hayan sido por curiosidad. Os dejamos a continuación el texto íntegro del grupo de trabajo:
Las orcas (Orcinus orca) que habitan la península Ibérica, son normalmente observadas en la época primaveral y estival alimentándose de atunes en su entrada al Mediterráneo, el Estrecho de Gibraltar, donde se han realizado varios estudios sobre ellas. Se considera que son una subpoblación de orcas, cuyos parientes más cercanos serían individuos observados esporádicamente en las aguas de Canarias, y que estarían genéticamente aislados de individuos que habitan aguas de Noruega e Islandia. Son normalmente observadas de paso por la costa del Algarve al sur de Portugal, se ha comprobado que su paso es habitual a largo de la costa del centro de Portugal y también en Galicia, donde la mayoría de los individuos que se han podido identificar pertenece a esta subpoblación de orcas del Estrecho de Gibraltar.
Los contactos: avistamientos o interacciones
Los encuentros con orcas son calificados como avistamientos si los ejemplares son simplemente observados e ignorando cualquier motivo a su alrededor o de interacciones si se acercan o muestran interés por los barcos. Las interacciones son diversas y variadas tienen en común el acercamiento o el contacto físico de los animales con el casco.
Desde el mes de julio fueron detectadas 33 interacciones de las orcas con barcos veleros: 6 en el Estrecho de Gibraltar, posteriormente 5 en la costa portuguesa y en 22 ocasiones diferentes desde mediados de agosto, en Galicia, donde además fueron registrados avistamientos a lo largo de la costa, algunos incluso en playas.
Desde el día 10 de agosto se empezaron a registrar orcas en paso por la costa de Galicia, el 19 de agosto se detectaron un total de 13 ejemplares de orcas repartidos en tres grupos en toda la costa de Galicia, realizando interacciones con barcos tan solo uno de ellos. Su paso por la costa gallega se ha registrado entre las 2-6 millas de costa. Se desplazaron hasta el norte de Cabo Ortegal, regresando posteriormente al sur de Fisterra, y finalmente volviendo al norte hacia Camariñas, siendo la última interacción registrada en día 30/09.
Los barcos protagonistas de estas interacciones fueron inspeccionados para comprender mejor cómo ocurrieron las interacciones y qué tipo de contactos tuvieron lugar, en base a marcas encontradas alrededor del casco o de alguna señal de contacto físico de los animales con la estructura de la embarcación, limitándose casi exclusivamente al contacto con los timones.
Tan solo el 15% de contactos, con daños a veleros
El resumen de la presencia de orcas en Galicia es que desde el 10 de agosto se registraron 46 contactos de los que el 52% (24) fueron avistamientos y el 48% (22) interacciones con veleros de los que el 13% no presentaron consecuencias para los barcos, el 20% presentaron consecuencias leves que no impidieron la navegación y el 15% de los casos presentaron consecuencias de diversa consideración y que impedían la navegación.
En ningún caso peligró la integridad de las personas por la actividad directa de las orcas, aunque se dieron algunas situaciones de riesgo al encontrarse con interacciones nocturnas y duraderas, brusquedad en el movimiento de la rueda del timón o giros de la embarcación, lo que angustió a las tripulaciones por el desconocimiento sobre las orcas y su comportamiento.
Grupo de Trabajo Internacional Orcas Atlánticas
Se ha constituido un Grupo de Trabajo internacional de expertos en cetáceos y administraciones competentes, con gran conocimiento de la casuística y comportamiento de las orcas, su función es analizar los casos en detalle y están en permanente contacto con SOS-Galicia, Salvamento Marítimo, la Consejería de Transición Ecológica y la Xunta de Galicia para recopilar toda la información. El grupo científico está formado por Alfredo López de Universidade de Aveiro-CESAM y Jose Cedeira de CEMMA; Cristina Martín de TURMARES Tarifa y Ezequiel Andréu Cazalla de Asociación Garum Tarifa, Rocío Espada de Ecolocaliza y LBMarina de la Universidad de Sevilla, Francisco Martinho de ECCO Ocean, Marisa Ferreira de SPVS y Ruth Esteban del Museu da Baleia da Madeira y Ocena Sea. También se cuenta con la presencia de Elvira García Bellido del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico del gobierno de España y Marina Sequeira del Instituto da Conservação da Natureza e das Florestas de Portugal.
La información que utilizaron los expertos se basa en más de 700 registros de orcas en la costa Ibérica recopilados por CEMMA, Ruth Esteban, Fracisco Martinho, SPVS y sobre todo Turmares Tarifa.
Identificación de las Gladis
A lo largo de las diferentes interacciones hasta 3 individuos se han identificado como las orcas implicadas en las interacciones, ya que se observaron cerca del barco, fotos y videos tomadas por la propia tripulación nos ayudarán a su identificación, en el 61% de las interacciones. Además en algunas interacciones se observaron otros individuos adultos más alejados del barco y a los cuales no se ha podido identificar por el momento, pero que consideramos que no estarían implicados en la interacción, haciendo un total de hasta 5 individuos observados durante las interacciones.
A estas tres orcas se las ha denominado las GLADIS (NEGRA, BLANCA y GRIS) y fueron observadas desde el mes de junio a agosto de este año en el Estrecho. Dos de ellas (GLADIS NEGRA y BLANCA) se han identificado como animales observados en previos años en el Estrecho y se tiene constancia de la madre de la GLADIS NEGRA acompañando un grupo próximo a ellas, al menos en el Estrecho y costa de Portugal.
Es difícil adjudicar los ejemplares juveniles a un grupo determinado, que ya no son tan materno dependientes, y por lo tanto cambian de compañía muy frecuentemente, y especialmente si hay otros juveniles alrededor. Además, en los avistamientos realizados en las interacciones no se obtuvieron imágenes del resto del grupo por lo que no han podido ser identificados.
Las heridas en los costados de las orcas en esa área geográfica del Estrecho son relativamente comunes y son producidas por el roce de las líneas de pesca cuando ellas tratan de obtener atunes que han mordido el anzuelo y están atrapados en un aparejo de pesca.
Se han observado heridas en los cuerpos de dos de las GLADIS identificadas en el Estrecho de Gibraltar, la NEGRA y la BLANCA, apareciendo sucesivamente marcas en sus cuerpos y de un modo más intensivo entre el 20 de junio y el 3 de agosto.
Los expertos han mapeado y descrito las heridas corporales de ambos ejemplares, en una representación corporal de cada uno de los ejemplares, para tratar de esclarecer su origen por si pueden ofrecer pistas a la hora de buscar una explicación a estos comportamientos. Destacando las marcas identificadas como de origen antropogénico, o aquellas heridas abiertas que puedan ofrecer dudas.
Se detallan minuciosamente las marcas observadas en base a la serie fotográfica submarina cedida por el Departamento Científico de Turmares Tarifa, realizada sobre las orcas localizadas por Francisco Gil y, llevadas a cabo por el fotógrafo Rafael Fernández Caballero, con el permiso del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico-MITECO.
El detonante podría ser un incidente aversivo
Las interacciones de las orcas juveniles con barcos de diverso tipo, para satisfacer su curiosidad, son habituales en las aguas del Estrecho de Gibraltar. Siendo especialmente atractivas para los cetáceos en general, y para las orcas en particular, la parte trasera de los barcos, la popa, donde existen estructuras móviles y ruidosas.
En cambio, las interacciones con veleros detectadas desde el mes de julio en el Estrecho, costa de Portugal y Galicia son consideradas inéditas debido al contacto físico de los ejemplares con la estructura de los barcos.
Todos los acercamientos observados, momento de inicio de una interacción, son comunes a otras situaciones comprobadas anteriormente, aunque las GLADIS introducen una novedad comportamental sin precedentes debido a la evolución del contacto físico con la estructura más débil del barco, que es el timón, ocasionando rotura de parte o del mecanismo al ser manipulado por las orcas.
El detonante de este extraño y novedoso comportamiento se considera que podría haber sido un incidente aversivo que las orcas tuvieron con una embarcación, en la que la velocidad del barco pudo ser un componente crítico. Por el momento seguimos sin evidencias claras de cuándo sucedió, ni siquiera tenemos certeza de que tipo de barco pudiera estar implicado, o si el incidente fue de forma accidental o intencionadamente. A partir de este suceso, aversivo para las orcas, se desencadenaron una sucesión de comportamientos ante la presencia de un velero navegando y que termina con un comportamiento preventivo consistente en detener su velocidad a través de la manipulación del timón. No se descarta que en el incidente aversivo pudiera estar implicado un velero o bien que las orcas identifiquen a los veleros como embarcaciones más accesibles y con timones mayores que otras con diferente estructura y características.
Sin embargo, dada la falta de evidencias tampoco se puede descartar que sea un comportamiento inducido por su propio interés y curiosidad, dado que al tocar partes móviles del barco pueden mover o llegar a detener un gran objeto en movimiento.