Los investigadores Mariano Lastra, Jesús Souza Troncoso y Jesús López, miembros del Centro de Investigación Marina CIM-UVigo, han partido este domingo rumbo a la Antártida para evaluar el efecto de la radiación solar y de la temperatura sobre la degradación de la biomasa macroalgal en intermareales sedimentarios en Porto Foster, en la isla Decepción. En esta segunda parte del proyecto que tiene tres años de duración, además de continuar con los muestreos en las playas de la bahía, realizarán dos experimentos para determinar el efecto del aumento de la radiación y la temperatura.
Allí, durante un mes, continuarán con la investigación iniciada en los meses de febrero y marzo de 2023, enmarcada dentro del proyecto Radiant, que a su vez está incuido dentro de la XXXVII Campaña Antártica del Ejército de Tierra. Junto a los tres investigadores de la Uvigo, también forma parte de Radiant el científico de la Universidad de Cádiz Iván Franco Rodil.
Evalular los procesos ecológicos asociados a la descomposición de las macroalgas
El catedrático del Departamento de Ecología y Biología Animal e investigador del CIM-Uvigo Mariano Lastra lidera este proyecto que se centra en los depósitos de macroalgas procedentes del sustrato rocoso depositadas sobre la línea de costa por las corrientes y mareas, que funcionan como generadores de numerosos procesos ecológicos asociados a su descomposición, incluyendo el consumo, el suministro de hábitat y la activiad biogeoquímica del sedimento. El objetivo de l proyecto Radiant es cuantificar estos procesos en diez playas a lo largo del litoral de Porto Foster y su efecto sobre la liberación de nutrientes y la emisión de CO2 a través del sedimento, como estimador de la actividad metabólica del sustrato.
En la campaña del pasado año se realizó una primera tanda de pruebas, además de estudiar también los efectos del aumento de radiación UV y de la temperatura relacionada con el calentamiento climático, sobre las principales variables biogeoquímicas asociadas a los subsidios de macroalgas depositadas sobre el litoral. Tras analizar durante varios meses las muestras y los datos obtenidos en la campaña antártica de 2023, los investigadores del CIM pudieron determinar que las algas sometidas a un exceso de UV reducen su tasa de descomposición y mineralización bacteriana, con un efecto antagónico de la temperatura, que provoca un incremneto sustancial de la tasa metabólica del sustrato ante incrementos de temperatura en el rango previsto por el IPCC para el noroeste de la península ibérica, de entre 0.5 u 1 C en la próxima década. Además, en colaboración con los integrantes del proyecto Erupting, Antonio Polo y Antonio Caracausi, se tomaron muestras del gas emitido en las distintas playas con el objetivo de analizar la firma isotópica del CO2 para determinar en qué proporción las emisiones medidas tienen origen volcánico o biológico, algo de gran interés en un entorno volcánico como es la isla Decepción.
30 proyectos en la XXXVII Campaña Antártica
El proyecto Radiant es uno de los treinta que conforman la XXXVII Campaña Antártica coordinada por el Ejército de Tierra y que comenzó el 1 de enero con la llegada de los primeros equipos a la base Gabriel de Castilla.
Las actividades científicas incluyen distintas disciplinas, como las ciencias de la vida y ambientales, que se relacionan con el 39% de los proyectos; las ciencias de la tierra (un 30%) y las ciencias físicas y del clima (33%). La mayoría son, en todo caso, proyectos multidisciplinares y, entre otras investigaciones, se investiga la adaptación de las colonias de pingüinos al cambio climático, el estado ambiental del océano austral y eventos tectónicos y climáticos. En total, en esta campaña participan alrededor de 240 personas entre la comunidad científica y el personal técnico de las bases antárticas españolas Juan Carlos I y el campamento internacional de Península Byers, la base Gabriel de Castilla y el buque de investigación oceanográfica Hespérides.