Según informó la Jefatura, a las 15:00 horas del domingo cuando agentes de la sección UMIR (Unidad Medioambiental de Intervención Rural) se hicieron cargo de una tortuga que un ciudadano encontró en una zona rocosa de Cabo Estai.
El animal, que presentaba golpes en su caparazón presumiblemente debido a una caída, es de la especie perteneciente a la familia Emydidae, conocida también como tortuga pintada, tortuga escurridiza o jicotea (trachemys scripta).
Tiene otros sobrenombres como galápago de Florida o tortuga de orejas rojas y es originaria de la región comprendida entre el sureste de los EEUU y el noreste de México. En la actualidad su presencia se puede constatar en muchas partes del mundo debido a su comercio como mascota.
El ejemplar, que mide aproximadamente 25 centímetros, quedó bajo un depositario a la espera de que se interese por el animal quien acredite ser su propietario.