Vigo suma un nuevo contenedor a su gama de recipientes destinados al reciclaje. Se trata del contenedor de tapa marrón, en el que se podrán depositar restos orgánicos compostables como sobras de comidas, restos de frutas, vegetales y hortalizas, cáscaras de huevo, posos del café o infusiones… También se admiten tapones de corcho.
El objetivo es transformar los restos orgánicos en compost y así dar una segunda vida a este tipo de residuos obteniendo un abono natural de calidad que se pueda utilizar tanto para la agricultura como para la jardinería. Todo ello para cumplir con la normativa europea. Entre esos desechos no irían en ningún caso objetos de cerámica, pañales, colillas, chicles, toallitas húmedas, arena para mascotas, pelo, polvo o escombros.
Además, según ha enfatizado este lunes el alcalde, Abel Caballero, que presentó públicamente estos contenedores en la Porta do Sol, es muy importante que los residuos se depositen en bolsas biodegradables, que inicialmente se regalarán pero luego habrá que comprar por 10 céntimos.
El Concello quiere primero completar una experiencia piloto y para ello empezará instalando de forma inmediata 69 unidades en Navia y la Avenida de Castelao. Para usarlos será necesario utilizar la Pass Vigo, ya que no será posible abrirlo si no se emplea la tarjeta, que funciona con tecnología ‘contactless’. Una vez que se pasa, hay que esperar cinco segundos para que el cerrojo se desbloquee y se pueda subir la tapa.
Los vecinos de estos barrios recibirán una carta en los próximos días con información sobre estos nuevos contenedores junto a tres bolsas biodegradables gratuitas. El alcalde ha apuntado que, por el momento, el uso de estos colectores es voluntario pero acabará siendo obligatorio.
Este tipo de recipientes ya existen en muchas localidades de España desde Madrid y Barcelona hasta Irún o Huesca pasando por Bilbao o Palma de Mallorca. En muchas de ellas también es preciso emplear la tarjeta ciudadana de cada municipio porque mediante su uso el ayuntamiento de turno puede identificar a las personas que dan vida a este contenedor y de esa manera les recompensan con diferentes beneficios, normalmente con descuentos en la tasa anual de recogida de basuras. No obstante, Caballero ha descartado este modelo para Vigo. Según argumentó, el reciclaje debe ser voluntario y sin contraprestación.