Según explicó el presidente de la Autoridad Portuaria de Vigo, Ignacio López-Chaves, durante la presentación oficial del GPEC, gracias a este proyecto, consistente en el suministro de electricidad a buques, el Puerto de Vigo cumple con todos los requisitos para convertirse en un Puerto Verde y tiene proyectado en su plan de inversiones el desarrollo de un GPEC para grandes buques, que pueda dar servicio a la Autopista del Mar, así como también al resto de muelles.
«Se trata de un sistema pionero en todo el mundo, que lleva el sello de Galicia, y que hoy podemos decir que está completamente terminado», declaró, al tiempo que agradeció el esfuerzo de todos los socios del proyecto (Internaco, KEY PLAN, Vicus DT, Inabesa, Emenasa e Inova), así como el trabajo de instituciones de investigación como el Campus do Mar, el Instituto Tecnológico de Matemática Industrial (Itmati) y APET, y el CSIC por haber cedido el buque «Sarmiento de Gamboa» para la realización de las pruebas con el prototipo, así como a todo el equipo del Departamento de Medio Ambiente de la Autoridad Portuaria de Vigo por su trabajo.
Impulsar la competitividad
Por su parte, el conselleiro de Economía e Industria, Francisco Conde, destacó este proyecto como clave para impulsar la competitividad económica y la innovación ambiental de las dársenas gallegas a corto plazo. «Este proyecto no hace sino reforzar la apuesta de Vigo y de Galicia por la innovación y la eficiencia energética, consolidando el liderado del Puerto de Vigo en este ámbito», destacó. Un liderazgo, defendió, sustentado en iniciativas como el Proyecto Tefles para la reducción de emisiones contaminantes en el transporte marítimo y en la actividad portuaria, así como en el trabajo diario del Puerto, convirtiéndolo en uno de los principales motores económicos de Galicia.
Asimismo, Conde incidió en el resultado de este trabajo conjunto como «un claro paso adelante tanto en el ámbito energético como en el portuario», al tiempo que destacó las dimensiones económica y ambiental de esta iniciativa. En el primero de esos ámbitos, el económico, el diseño de este contenedor de gas natural –incidió Conde- impulsará la competitividad de los puertos gallegos, empezando por el Puerto de Vigo, que «reforzará su atractivo a tráficos de todo tipo y consolidará el buen rumbo que ya tomó con la Autopista del Mar».
Además, el conselleiro destacó que el Green Port Energy Center reforzará la eficiencia económica de armadores y consignatarios, reduciendo los costes de los primeros y haciendo más competitivos a los segundos, al poder ofrecer mejores tarifas que sus competidores. A estas ventajas, afirmó, se le suman los beneficios que se generan para las propias empresas que han desarrollado este proyecto, y el refuerzo de la capacidad innovadora de Galicia en el ámbito del GNL, «un ámbito clave en el que hemos puesto muchos esfuerzos».
En cuanto al segundo de estos ámbitos, el ambiental, Conde incidió en que este proyecto da un paso más en el camino de instituciones y empresas de cara a una «economía descarbonizada», impulsando la reducción de emisiones, y el incremento de la eficiencia energética.
¿Qué es el GPEC?
El GPEC es la apuesta de la Autoridad Portuaria de Vigo y de un consorcio gallego liderado por Internaco, que junto a otras cinco empresas e instituciones de investigación, se han unido en el diseño y desarrollo de un sistema innovador para reducir las emisiones de los buques atracados en puerto, y que ha sido diseñado y desarrollado íntegramente en Galicia.
Es un sistema pionero en todo el mundo, altamente eficiente, que resuelve los diferentes tipos de demandas de suministro de energía. El proyecto ha tenido una duración de menos de dos años y un presupuesto de 1,8 M €, de los cuales, alrededor de 900.000 € son otorgados por la UE a través de su ayuda financiera Feder Interconecta.
El proyecto, consiste en el diseño y desarrollo de un sistema suministrado por gas natural, que permite proveer de energía eléctrica y térmica a los buques para que puedan apagar sus motores mientras están atracados en puerto (lo que se denomina Cold Ironing). Es un sistema que permite una reducción efectiva de las emisiones de los buques en el puerto, con una gran flexibilidad operacional y una eficiencia económica, que hacen viable la implementación de este equipo en los puertos medianos y medio-grandes.
Se trata, en definitiva, de un contenedor móvil, que se puede ubicar en el muelle al lado de un barco o simplemente encima del buque por medio de una grúa convencional. La reducción de emisiones que se consiguen empleando este sistema es del 52,5% de CO2, 100% en los óxidos de Azufre, 48% en los óxidos de Nitrógeno y 100% en la emisión de partículas relativo a la combustión de fuel oil por parte del barco. Todo ello, además, con un ahorro aproximado del 55% en el coste del combustible.
Si estos datos se extrapolan a la flota de buques que atraca en el Puerto de Vigo durante un año, se obtendría una reducción de 289,9 toneladas de CO2 anuales, equivalentes a, aproximadamente, 102 vehículos típicos europeos circulando durante un año entero o 300 vuelos de un Boeing 747 entre Europa y Estados Unidos.