Ni Bilbao ni Zaragoza, ambas con más población y más industria, redujeron tanto la contaminación el pasado mes de abril como Vigo. La ciudad más grande de Galicia fue la urbe del norte de España, y la sexta de toda la península, en la que más bajó la presencia de dióxido de nitrógeno (NO2) durante los pasados meses de marzo y abril.
La grave pandemia del coronavirus ha tenido un efecto directo e inmediato sobre la calidad del aire que respiramos en las ciudades españolas. Así lo señala el informe «Efectos de la crisis del Covid-10 sobre la calidad del aire urbano en España», documento hecho público este lunes, 4 de mayo, por Ecologistas en Acción tras estudiar los resultados en las 26 principales ciudades españolas.
«Desde la declaración del estado de alarma se ha producido una reducción drástica de los niveles de contaminación atmosférica por NO2 en las principales ciudades españolas, reducción que de media se ha cuantificado en el 58% de los niveles de contaminación habituales en estas fechas, durante la última década», señala el estudio.
Y es que el aire de las ciudades españolas experimentó una evidente mejoría durante las últimas semanas gracias a la reducción del tráfico. Los datos aportados por los colaboradores de Ecologistas en Acción -Xosé Veiras en Galicia- indican que Vigo redujo la presencia de dióxido de nitrógeno en un 64% respecto al año pasado.
El resultado de la ciudad olívica se tomo en base a la estación de Coia entre los días 1 de marzo y 30 de abril en comparación con los diez años anteriores (desde 2011). Tan solo bajó más la contaminación en Alicante (72%), Valencia (69%), Córdoba (68%), Cádiz y Palma (67%). En A Coruña descendió un 52%, mientras que en otras ciudades del norte tampoco se llegó a los límites de Vigo, como Bilbao (46%), Gijón y Zaragoza (58%), Santander (62%) o San Sebastián(49%).
«El NO2 provoca cada año en España alrededor de 7.000 muertes prematuras, según el Instituto de Salud Carlos III y la Agencia Europea de Medio Ambiente», señalan desde Ecologistas en Acción antes de apuntar a la necesidad de un cambio de estrategia en la movilidad urbana.
El estudio non detecta grandes diferencias entre las diversas prórrogas del estado de alarma, en las que se aplicaron restricciones de diversa intensidad, aunque la caída de la contaminación fue algo superior en la media del mes de abril, con un dato del 66% en Vigo, que en la segunda quincena de marzo, cuando se quedó en el 60%.
«Una vez se salga de esta dura crisis, del confinamiento y de las limitaciones a la circulación de las personas, las políticas de movilidad urbana deberán acelerar la implantación de zonas de bajas emisiones amplias y ambiciosas en las principales ciudades, recuperando el transporte público del estigma provocado por la necesidad de anular el contacto social, y potenciando la bicicleta y el tránsito peatonal, como medios de transporte sustitutivos del vehículo motorizado privado», indican en las conclusiones del informe.
Este mismo lunes el propio alcalde de Vigo apuntaba a la posibilidad de ampliar las medidas de peatonalización tomadas durante el puente del Primero de Mayo. Tras el éxito logrado estos días, Abel Caballero ha encargado un estudio al departamento de Tráfico para analizar las opciones. «Vamos a ponerlo en práctica, habrá algunas calles y algunos carriles que estarán abiertos a los peatones”, manifestó el alcalde, quien esperará al resultado del estudio para avanzar los detalles.