La temporada de playas empieza en Vigo este jueves, 15 de junio, con la activación del habitual dispositivo de socorrismo y salvamento, que se mantendrá hasta el 15 de septiembre. La ciudad dará por iniciado el verano con unos días de antelación mientras disfruta de unos agradables 26ºC de máxima, según Meteogalicia. Pero ese comienzo se ha visto empañado con el veto al baño en un arenal y la concesión de una bandera negra para otro.
El Concello de Vigo ha prohibido meterse en el agua en la playa de O Adro, en Bouzas, tal y como reflejan los carteles colocados. Se da la coincidencia de que este arenal estrenará en 2023 la bandera azul. Es la gran novedad de este año, después de que el Ayuntamiento la solicitara y le fuera otorgada. Desde la Praza do Rei aún no se ha confirmado oficialmente el motivo de esta restricción.
La ciudad disfrutará este verano de doce banderas azules, un récord histórico que le sitúa como la urbe de España con más enseñas de este tipo –sin tener en cuenta localidades pequeñas como Sanxenxo-. La Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (Adeac) ha dado a Vigo todas las que había pedido: A Punta, Argazada, Canido, Carril, Fontaiña, Fortiñón, O Adro, O Vao, Rodas, Samil, Santa Baia y Tombo do Gato.
Entre estas playas no está A Calzoa, que ha obtenido un ‘reconocimiento’ poco agradable: la bandera negra de Ecologistas en Acción. Este colectivo entrega cada año, desde 2005, estas distinciones por diferentes motivos. En 2022 otorgó una genérica a Vigo por la “mala” y “poco respetuosa” gestión de sus zonas de baño. Ahora concede otra particular a este arenal de la parroquia de Coruxo, ubicado al lado de la Xunqueira do Lagares, por “la pérdida de biodiversidad”.
Esta merma estaría asociada a su declaración como área de esparcimiento canino entre el 1 de junio y el 30 de septiembre, que se realizó “sin una evaluación previa de impacto ambiental”.
“La cada vez más popular presencia de mascotas en el medio natural ha sido objeto de diferentes estudios que cuantifican y advierten de los daños causados a la fauna silvestre, especialmente a las aves litorales. En el caso concreto de Vigo, que cuenta con menos de 300.000 habitantes, el número de perros censados supera los 35.000, por lo que el manejo y gestión de sus necesidades deberían ser responsables y respetuosos con el medio natural, así como con la sociedad tanto urbana como rural de esta ciudad”, relata Ecologistas en Acción en su informe ‘Banderas Negras 2023’.
La asociación ha difundido vídeos en los que muestra a perros persiguiendo aves en A Calzoa, lo que “ha supuesto una continua pérdida de biodiversidad”. Ese “impacto negativo” no se plasma solo en estas especies, muchas de ellas catalogadas en directivas europeas, sino también en mamíferos. Los ecologistas exponen que la “incipiente y esperanzadora presencia de nutrias en esta playa” se ha visto “negativa y drásticamente afectada” por la “constante afluencia” de mascotas que “les impiden desplazarse entre el río y el mar, lo que resulta vital para su supervivencia”.
“Cando permitimos que un can persiga ás aves, aínda que non as atrape, causamos nelas un importante estrés, impedímoslles ou dificultamos a obtención de alimento, privámolas de descanso e obrigámolas a investir un elevado gasto enerxético en ter que fuxir”, resalta Ana Pascual, portavoz de Ecologistas en Acción.
Desde la organización dejan claro que no se trata de prohibir todas las playas caninas ni de demonizar a ningún animal, ni a las personas que los acompañan, sino de entender la interacción que se produce entre ellos: las aves perciben al perro como depredador y éste a ellas como presa.
Este colectivo denuncia asimismo la “falta de vigilancia” en la playa y “los constantes incumplimientos de las normativas”. El estado higiénico y sanitario del arenal fue denunciado en multitud de ocasiones ante la Consellería de Sanidade pero, a pesar de las inspecciones desfavorables, no se han impuesto sanciones al Concello de Vigo.
Dentro de Galicia
El informe de Ecologistas en Acción saca a la luz los casos más significativos de contaminación y mala gestión ambiental de las costas españolas. Se han otorgado un total de 48 banderas negras, de las que seis recaen en Galicia.
En 2023 destacan la “temeraria actitud” de la Xunta autorizando el vaciado de la mina de San Finx o el “estupor” causado por el dictamen del Tribunal Supremo prorrogando la factoría de ENCE en la ría de Pontevedra.