Ese servicio todavía debe ser contratado pero, en palabras del alcalde, Abel Caballero, permitirá disponer de una “fotografía” de casi 2.000 hectáreas, tanto de zonas rústicas como urbanas. Así, se irán revisando los terrenos pertenecientes a las llamadas fajas secundarias, que deben mantenerse en buen estado dentro de la gestión de la masa forestal que los propietarios y el propio Ayuntamiento están obligados a realizar para contener el fuego.
“Hay unos derechos y unas obligaciones. La obligación fundamental es ésta”, ha recordado Caballero, que ha informado este jueves de la aprobación del plan de defensa de incendios forestales, que contempla la existencia en esas fajas secundarias de un perímetro 50 metros alrededor de las edificaciones.
“Tienen que estar siempre limpias y atendidas para que el fuego no entre”, insistió. En caso de que los dueños no efectúen por sí mismos el mantenimiento obligado, se encargará de ello el Concello para luego repercutir en esos propietarios los costes de la actuación.
El plan ya ha sido sometido a exposición pública y ahora será remitido a la Consellería de Medio Rural para su revisión. Si todo va bien, será devuelto para proceder a su aprobación definitiva.
Caballero también informó de que el proyecto del Anillo Verde, a desarrollar durante 20 años, ya está redactado y también ha sido enviado a Medio Rural. Se trata de un elemento circular de protección de 50 kilómetros que rodeará la ciudad para proteger la zona urbana de posibles incendios forestales. Esta iniciativa surgió tras los incendios de octubre de 2017, que asolaron diferentes puntos de Vigo.