Recurrimos a aquel lema en un día como hoy, en el que todas las esperanzas están puestas en el año que comienza. Se va 2014 con algún signo de recuperación, pero todavía con muchas preocupaciones, especialmente por la elevada tasa de paro que atenaza a familias, empresas, empleados, comercios, autónomos…
Hay algún motivo para creer que este 2015 puede ser «millor» y la automoción, con la reciente designación de la planta viguesa de PSA Peugeot-Citroën como lugar de construcción de la furgoneta K9, debe ser el revulsivo. Va bien la pesca, según los datos del Puerto de Vigo, pero no tanto el naval, que a pesar de los anuncios todavía no ha comenzado a recuperar el empleo que se perdió en los últimos años.
En cualquier caso, el año vendrá marcado por una cita política. Las elecciones municipales del próximo 24 de mayo condicionan la actividad de la capital viguesa y toda su comarca. Este mes de enero se sabrá, por fin, quién es el candidato del PP, y a medida que pasen los meses se irán decidiendo los cabezas de cartel de partidos como Esquerda Unida o Anova. Con Podemos desde la barrera, queda por descubrir si finalmente existe una gran alianza de izquierdas en la que también entrarían las Mareas.
El futuro del Celta y de Balaídos
El Celta quiere que 2015 sea tan buen año como ha sido 2014. El inicio va a ser complicado, con un calendario duro y muchas bajas, pero los celestes esperan recuperar sensaciones a lo largo de la segunda vuelta y repetir la actuación de la temporada pasada o, incluso, subir un peldaño más. Es difícil predecir lo que sucederá más allá del verano, aunque el club parece ya asentado en Primera y la continuidad en el proyecto debería ser la norma. 2015 tiene que ser también el año del nuevo Balaídos. Está previsto que las obras comiencen en pocas semanas y que a lo largo del año lo que era solo un proyecto se vaya convirtiendo en una realidad.
En cuanto al resto de clubes, esperan que en 2015 el panorama económico sea mejor. Octavio y Celta Selmark tienen como objetivo asentar sus jóvenes proyectos y comenzar a preparar el retorno a la élite. Por su parte, el Blusens Universidade de Vigo quiere seguir creciendo y completar la mejor temporada de su historia en División de Honor.
Este año que comienza también será importante para muchos deportistas de Vigo y su área que pretenden disputar los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en 2016. Es el caso de la regatista Támara Echegoyen, el remero Jaime de Haz, los palistas David Cal, Carlos Pérez ‘Perucho’ y Teresa Portela, o los paralímpicos Martín de la Puente y Chano Rodríguez. Esperemos que 2015 también sea el año de aparición y consolidación de muchas promesas que puedan aspirar en un futuro a disputar los Juegos Olímpicos.
Políticos o estadistas
Para los municipios del área de influencia de Vigo, 2015 será un año un tanto extraño. Tras las campanadas y las uvas, todo, absolutamente todo, pasará a un segundo plano y sólo contará la cita electoral del mes de mayo. Todo quedará relegado a junio… como poco. Pasarán a segundo plano los Planes Generales de Ordenación Urbana pendientes en muchos municipios (demasiados); la situación económica de las arcas municipales, agobiante en casi todos los ayuntamientos y rozando la bancarrota en otros; la carencia de infraestructuras básicas en los núcleos rurales; las medidas para generar empleo dentro de las competencias municipales; la potenciación de los servicios sociales… todo eso, quedará aparcado o, cuando menos, atenuado hasta el florido mayo.
Eso sí. Serán también los meses de «resurrección». Volverán a salir a la luz proyectos aparcados durante años a los que, esta vez sí, se les garantizará una absoluta viabilidad. Claro que la garantía es la de los artículos usados: seis meses. Luego, de nuevo al cajón y a guardarlo para la próxima. Después de mayo… ya se verá.
Ya lo decía Winston Churchill: «El político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones».
¡¡Feliz Año, vigometropolitanos!!