Un coche se compone de cientos de piezas que tienen que estar en perfecto estado. Si una falla, el vehículo no funciona bien, pero lo cierto es que hay algunas que son mucho más valiosas que otras.
Algunas, como el motor, son muy conocidas, mientras que otras como las centralitas no lo son tanto a pesar de que sin ellas los automóviles actuales no funcionan.
El motor
La parte más relevante —y la más cara de un automóvil— es su motor, que es el encargado de transformar la energía en movimiento.
Es tan crucial que cuando se rompe, en casi todos los casos hace que el coche termine en el desguace, pues lo normal es que sea imposible arreglarlo debido a lo que cuestan las piezas y la mano de obra.
La centralita
Poco a poco, la electrónica ha ido entrando en los vehículos hasta hacerse imprescindible. De hecho, ahora mismo están llenos de chips y de sensores con múltiples funciones, como regular el flujo de combustible, dejar pasar más o menos aire, frenar una rueda si nota que perdemos adherencia, etc.
Con la finalidad de que esta electrónica funcione se necesita un cerebro y ese es la centralita, a la cual llega la información de los sensores para actuar en consecuencia, “ordenando” a la mecánica la forma de actuar.
Como toda parte electrónica y mecánica las centralitas pueden fallar y no son baratas, aunque por suerte las podemos comprar online en tiendas como Ecumotorstock, en donde tienen un amplio stock de segunda mano.
La caja de cambios
Otro elemento de la mecánica que es muy importante es la caja de cambios, la encargada de pasar la potencia del motor a las ruedas, regulando el par e invirtiendo la marcha cuando queremos hacer una maniobra.
Ahora las hay manuales, que poco a poco van desapareciendo, y automáticas de varios tipos, pero en lo que todas coinciden es en ser recambios caros de esos que cuando nos dicen que se han roto no lo pasamos nada bien.
Para que duren, sobre todo las automáticas, es imprescindible hacerles el mantenimiento cuando toca cambiándoles el aceite aunque en el concesionario nos digan que no hace falta.
Los frenos
Si comparamos el coste del sistema de frenado con la caja de cambios y el motor es ridículo, pero todos estaremos de acuerdo de que los frenos son una de las partes más relevantes del coche, pues son los que nos permiten parar.
Con los años han mejorado mucho, pasando de las zapatas a los discos, incorporando el ABS que impide que bloqueemos las ruedas aunque pisemos a fondo y en la actualidad con sistemas como el ESP que pueden frenar los neumáticos de forma independiente si perdemos adherencia evitando así muchos accidentes por salida de la vía.
Nuestros automóviles son una mezcla de mecánica y de electrónica en donde toda pieza, por minúscula que sea, cuenta. Sin embargo, hay algunas que son muy importantes porque constituyen “el corazón del vehículo”, algo que se ve reflejado en la factura del taller cuando tenemos que arreglarlas.