Renard, la marca de Estonia que revive. En 1944 se fundó la empresa Renard, pero durante la Segunda Guerra mundial la fábrica fue destruida, quedando en el olvido hasta que en 2008 un grupo de emprendedores, diseñadores y ingenieros de carreras decidieron revivir la marca Renard.
El primer modelo Renard GT se presento en la Feria Tecnológica de Hannover en 2010, donde se pudo ver el nuevo producto creado por el equipo Renard. Una moto monocasco que arranca sobre un motor Guzzi en V de 1.326 c/c, sobre el que se anclan todos los elementos del tren delantero, tren trasero, suspensiones, tanque combustible,… para lo cual han utilizado materiales compuestos como el carbono y kevlar, logrando que todos los elementos en carbono tan solo pesen unos 11 kilogramos. A esto, hay que sumarle las llantas de 17 pulgadas, que también son en carbono, fabricadas por Dymag; la llanta delantera, que pesa 2,2 kg, y la trasera, 2,9 kg. Sumando todo el conjunto de la moto en vacío alcanza los 170 kilogramos.
Aire custom y ligereza, es lo que trasmite la Renard GT. Su motor se estira hasta las 8.000 rpm, donde su máxima potencia alcanza los 125 hp, aunque el régimen de vuelta donde mejor entrega su potencia es en las 6.000 rpm.
Puede alcanzar los 230 km/h gracias al motor Guzzi Quattrovalvole en V, bicilindrico con cuatro válvulas en cada culata, y una caja de cambios de seis velocidades. Para detener este juguete, monta dos frenos de disco flotantes de 320 mm en la rueda delantera, y en la trasera un freno de disco de 220 mm. Y las suspensiones se garantizan con dos amortiguadores Öhlins, el delantero con dos posiciones de ajuste y el trasero con tres posibilidades.
Según el fabricante, la Renard GT tiene un comportamiento ágil y una dirección precisa, gracias al uso de la fibra de carbono y kevlar en vez de usar una clásica estructura tubular metálica.
Algunos expertos dicen que el concepto de la Renard GT es muy parecido al de las motos Confederate (USA). El que disponga de 75.000 euros podrá reservar una Regard GT.