El puente internacional de Tui ha sido el escenario, este miércoles, de la primera demostración pública de conducción autónoma 5G a través de la frontera entre Galicia y Portugal. Estas pruebas se han realizado en el marco del proyecto europeo 5G-MOBIX, centrado en la tecnología para la movilidad conectada y automatizada avanzada (CCAM).
El objetivo principal de 5G-MOBIX es sentar las bases para el despliegue de corredores 5G, brindando informaciones sobre la capacidad y cobertura necesarias para responder a las demandas de los vehículos automatizados conectados. El segundo es dar un fuerte impulso al desarrollo de oportunidades de negocio en torno al 5G para servicios y aplicaciones CCAM.
“Creemos que dichos servicios contribuirán a mejorar la seguridad vial, la eficiencia de la gestión del tráfico y la comodidad de conducción, así como a la reducción de las emisiones de carbono. El mercado único de la UE se beneficia de un transporte transfronterizo fluido, mientras que, al mismo tiempo, la conectividad sufre interrupciones al cruzar las fronteras”, ha dicho Coen Bresser, coordinador del proyecto 5G-MOBIX.
Las demostraciones realizadas revelan el impacto de las soluciones probadas en diversos escenarios de una ruta fronteriza dinámica y caracterizada por la baja latencia y la continuidad del servicio proporcionado por la red 5G.
En el puente internacional Tui-Valença, con la lanzadera autónoma 100% eléctricadesarrollada por el Centro Tecnológico de Automoción de Galicia (CTAG), se presentaron dos casos de uso principales: la adaptación de velocidad, donde el vehículo reduce la velocidad o se detiene para evitar a un peatón gracias a la información proporcionada por la infraestructura y la red 5G; y la conducción remota en una situación crítica, donde el vehículo cede el control a un operador para que conduzca remotamente desde el centro de control.
Las pistas del CTAG también acogieron pruebas en vivo en el marco del proyecto 5G-MOBIX. En concreto, se realizaron pruebas donde un vehículo autónomo, en tránsito junto a vehículos no conectados, recibe, a través de 5G, información de la posición de los vehículos en las vías de tránsito principales (por ejemplo, en una autopista), predice sus trayectorias y adapta la velocidad para una maniobra de incorporación segura.
Otros test se centraron la actualización de mapas en tiempo real: cuando el vehículo autónomo recibe información desde el centro de gestión de tráfico sobre las obras en la calle; la unidad de abordo del vehículo recibe la información, la compara con su propio mapa y concluye que su mapa interno está desactualizado. En ese momento, avisa al conductor para que tome el control y comienza a registrar la información captada por los sensores. Una vez superadas las obras, el vehículo sigue su camino, en modo autónomo, y la unidad de abordo envía los datos registrados por los sensores, vía 5G, al Centro ITS, que procesa todo y genera un nuevo mapa en HD. Este nuevo mapa es enviado por la red 5G a los vehículos cercanos para que puedan adelantar las obras de forma autónoma.
En palabras de Francisco Sánchez, director de Electrónica y Sistemas Inteligentes de Transporte del CTAG, “las pruebas realizadas en el marco de 5G-Mobix muestran los avances conseguidos con la tecnología 5G aplicada a la movilidad conectada y automatizada en entornos transfronterizos. El CTAG está orgulloso de haber sido el líder de las pruebas entre España y Portugal y del papel que pudo desempeñar la lanzadera eléctrica, autónoma y conectada en este proyecto”.
Cerca de cien técnicos y representantes de los distintos socios del proyecto asistieron a la presentación de los resultados del proyecto 5G-M y a las pruebas en vivo.