El arte de construir en madera. Principio de los ochenta, cuando navegaba en el “Xarda”, un ¼ Ton Manzanita diseño de Holland, que patroneaba, entre otros, Fernando Masso; fue la primera vez que puse los pies en Astilleros Lagos. Un gran paso, porque en aquel momento era como entrar en el paraíso de los barcos de madera. La siguiente vez fue en la primavera de 1984, preparando el velero «Vento», un One Ton IOR, también diseño de Ron Holland, para la II Vuelta a España a Vela (Bilbao-Barcelona) organizada por la desaparecida revista Bitácora.
El «Pingüino», un modelo German Frers de los años 40 restaurado en Lagos. / Foto: Archivo Lagos.
Esa primera vez que pisé Astilleros Lagos fue como retroceder en el tiempo, volver decenas de años atrás a un tiempo no vivido. La madera era omnipresente en el astillero, el barracón, las cunas de los barcos, cascos de Snipe sin acabar, moldes en madera de otras embarcaciones; el “Meiga XVI” –un velero de ¼ Ton de regatas conocido como “el maderita”-, en el que años más tarde navegaría en una regata Cutty Sark en Vigo.
El lugar más especial es la oficina, sobre todo su acceso, porque las escaleras eran muy empinadas; el “santo grial” donde los hermanos Lagos -Alfredo, Juan y Nito- trabajaban sobre una mesa de madera corrida de lado a lado. Recuerdo el sofá estilo inglés, maquetas de medios cascos en madera, libros de navegación, herrajes, listas de honorables clientes y listas de otros no honorables, etc.; donde uno se sumergía en el más puro estilo Victoriano, y de acceso muy restringido.
Muy pocos sabrán que en este astillero se construyó el primer velero de regatas diseño Bruce Farr en España: el “Alcaravan III” (1979); un One Ton IOR muy revolucionario en aquellos tiempos, de madera laminada con orza de sable (11,39 metros de eslora, 3,81 metros de manga, 2 metros de calado y 3.831 kilos de desplazamiento). Una evolución de los competitivos diseños Farr como: “Sacalawag” (ex Jenny H), “Granny Apple B”, “KEA”, etc. Era el barco a batir en el litoral gallego, que en 1986 fue remozado con un cambio de orza que pasaría a ser fija, también diseño de Farr.
El «Alcaravan III», pasando Fisterra durante la Ruta Marítima Xacobea, en julio de 2014. / Foto: Antonino García
La oportunidad de acceder a Astilleros Lagos me ha permitido obtener un mayor conocimiento de las aplicaciones de la madera en la construcción naval, con el contrachapado marino, madera laminada, tingladillo, etc. He podido ver como se construía una trainera en madera laminada, también conocido como West System, mismo sistema que en el «Alcaravan III» y en el «Meiga XVI» –se utilizan laminas de madera impregnadas de resina de epoxi, formando pieles cruzadas para el casco (incluso se puede intercalar fibra de carbono entre las capas), logrando una gran resistencia y ligereza-. Y no solo trabajaban la madera, en 1989 realizaron la no menos importante obra de refuerzo de cubierta del maxi “Fortuna Extra Lights”, que estaba construido en sándwich con fibra de kevlar, antes de su participación en la Whitbread 89-90, ya que tenía su base de preparación en la ría de Vigo.
Todo el mundo aficionado a la náutica deportiva en Galicia sabía, y sabe, que sí quiere tener una embarcación de madera uno de los mejores para construirla es Astilleros Lagos. Pero a día de hoy, curiosamente su mayor reconocimiento les viene de clientes extranjeros británicos, suizos, estadounidenses, etc. por la sencilla razón de que en España la cultura marinera es muy cortita, y menos sobre embarcaciones de madera.
Desde 1915 hasta 2015. Casi nada, un siglo abriendo la puerta de Astilleros Lagos todos los días, menos en las vacaciones de verano. Dos generaciones se han ido incorporando tras la estela de su fundador Fernando Lagos Carsi (1889-1976) en 1915; que estudió en Londres desde los once años, se graduó como Ingeniero Mecánico y Eléctrico por el King´s College y University of London, y después como Arquitecto Naval, por el Royal Technical College de Glasgow. Trabajó en la oficina técnica del célebre Astillero John Brown; y en 1914, antes de comenzar la Primera Guerra Mundial regresó definitivamente a Vigo, comenzando a construir lanchas, automóviles y botes.
Botadura del «Vigo». / Foto: Archivo Lagos.
En 1961 tomó las riendas del astillero Alfredo Lagos Silva, junto a sus hermanos Juan y Nito. Los tres hermanos ya conocían el oficio sobradamente, en 1947 se había incorporado Alfredo, en 1950 su hermano Juan y después Nito. El fundador, Fernando Lagos, se retiro en 1960, con 71 años de edad.
En la época conocida como “los Lagos”, se construyeron numerosas embarcaciones deportivas a motor y vela, eran muy famosos los “Snipe Lagos”. Los mejores regatistas de la época tenían un “Lagos”, el primero fue para José María Masso en los años cincuenta, más tarde se construyeron cientos tras los éxitos deportivos logrados al ganar campeonatos de España y en regatas internacionales por Europa adelante.
Con Alfredo Lagos he tenido muchas anécdotas, una de ellas fue en el año 2006 coincidiendo en un viaje aéreo desde Santiago de Compostela a Londres, Terminal 2 del aeropuerto de Heathrow. Me comentó: “… voy a Inglaterra invitado por el Royal Cruising Club, ya hace más de treinta años que no piso Londres”. Así que, tras aterrizar, me ofrecí a orientarle a él y a su esposa por los pasillos de Heathrow hasta la puerta de salida; previo paso por los controles aeroportuarios, donde Alfredo no dudo en sacar su típico humor, muy simpático y un tanto socarrón. Es de los pocos socios de honor de esta entidad deportiva británica, y así como del Ocean Cruising Club; de hecho es el único regatista español participante en la Regata del Descubrimiento Bermudas – Baiona en el año 72. Como siempre muy divertido, Alfredo y sus hermanos, ya desaparecidos.
El pasado 14 de julio, de 2015, he vuelto a visitar Astilleros Lagos, hacía mucho tiempo que no pasaba por allí. No estaba Alfredo padre, había quedado con su hijo, también Alfredo, que ahora dirige el astillero junto a su hermano Alberto. Volví a visitar la “oficina”, esta igual que el primer día que entré en el astillero, es una reliquia, y que ahora no se utiliza. He vuelto a ver el “Alcaravan III”, listo para volver al agua a competir, el “maderita”, que está en fase de reconstrucción y otras embarcaciones que apuran los últimos días de invernaje. Hemos conversado sobre nuevos proyectos de barcos construidos en madera, la evolución que ha sufrido desde los tradicionales banzos hasta las virtudes de la madera laminada que otorgan una gran relación rigidez-peso y conserva la belleza de la madera. Y, lamentablemente, sobre la falta de cultura marinera hacia las embarcaciones de madera, que tan solo se está recuperando tímidamente por aquellos propietarios que buscan tener algo diferente al polyester, y que él anima por las bondades que tienen este tipo de embarcaciones.
Estructura interior restaurada del «Acacia». / Foto: Archivo Lagos
Como no todos los días se cumple 100 años de actividad empresarial, más de 30.000 días abriendo y cerrando la puerta del astillero, en agosto celebrarán un acto del primer centenario de Astilleros Lagos en el Monte Real Club de Yates de Baiona, lugar donde se concentrará la flota que desde hace unos años participa en el Rally Baiona – Finisterre organizado por ellos.