Tira de la anilla y empieza la función. No se trata de tirar de la anilla de una granada, sino de la puerta del contenedor del sistema “SOS Punto Naranja”; un dispositivo pensado para mejorar y reducir los tiempos de rescate de personas en las playas, puerto, ríos, lagos y pantanos.
Uno de los problemas que representa realizar un rescate es el gran esfuerzo que realiza el socorrista para volver a la orilla con el rescatado, sacarlo del agua y después realizar las maniobras de reanimación (si fuese necesario). De ahí que muchos se lo piensen dos veces al lanzarse al agua, a menos que sea una persona preparada, y no es la primera vez que ninguno de los dos vuelve con vida; así que lo de lanzarse al agua alguno se lo piense.
Lo que se pretende con el “SOS Punto Naranja” es reducir los esfuerzos del socorrista durante el rescate; además con el uso de este dispositivo el sistema se activa una alarma realiza un aviso inmediato a los servicios de socorrimos y seguridad locales u autonómicos.
El desarrollo de este producto lo ha realizado la empresa sevillana Cala Cerrada, que ha contado con la colaboración del IAT (Centro Tecnológico de Ingeniería y Gestión de la Innovación) y con el Centro de Seguridad Marítima e Integral “Jovellanos”, dependiente de Salvamento Marítimo del Estado.
“SOS Punto Naranja” está disponible las 24 horas del día, los 365 días del año. Según el Centro Jovellanos el “Punto Naranja es de gran “interés social”: “… la instalación de este sistema, es de gran interés social, va a dotar de un elemento de seguridad a cualquier persona que vaya a participar en un salvamento o rescate en cualquier playa, río o pantano, GARANTIZANDO, su regreso sano y salvo a la orilla, ofreciéndole además un mayor porcentaje de probabilidad de salvar la vida a la persona accidentada.”
Por otro lado, el Centro Jovellanos y las empresas Patentes Cala Cerrada, S.L. y Grupo SEMAC, S.L. han firmado un convenio de colaboración con el objetivo de impartir la formación e instruir en su manejo a todos aquellos alumnos que se formen en el Centro en el ámbito de la supervivencia y el rescate en la mar, ya que la seguridad, tranquilidad y profesionalidad en los rescates acuáticos, es fruto del conocimiento del mismo.
El “botón mágico” es el secreto del SOS Punto Naranja. Cuando el socorrista abre la trampilla del compartimiento se coloca el arnés, que va unido al dispositivo mediante una eslinga (de unos 375 metros de largo) que hace de línea de vida, agarra el torpedo de rescate (MARPA) y sale corriendo y nadando hacia la víctima. Al llegar junto la víctima le coloca el flotador y lo agarra. En el momento que ya tiene asegurada a la victima el socorrista “pulsa un botón” en su arnés, el cual por radio frecuencia acciona automáticamente el sistema de arrastre que está dentro del “SOS Punto Naranja”.
A una velocidad de 1,5 m/s. (5,4 km/h. o 3 nudos de velocidad) ambas personas, socorrista y socorrido, son arrastrados hasta la orilla; incluso puede tirar de 3 personas a la vez en condiciones de oleaje y corriente en contra. En el supuesto caso hipotético que el motor de arrastre se detuviese, se puede accionar el mecanismo con una manivela para la recogida, algo en casos muy excepcionales.
El poner este equipo en marcha, por ejemplo a pie de playa, como referencia cuesta unos 14.000 euros (incluyendo elementos para medir las constantes vitales del socorrido, sistema de conexión a los servicios de salvamento en tierra, un primer año de mantenimiento, seguro anti-vandálico, formación para los socorristas o policía local, etc..)
Como dato a tener en cuenta, el pasado año 2014 en el litoral español hubo unos 350 ahogados en las playas. Así que todo lo que sea mejorar y facilitar la tarea del socorrista, con el Punto Naranja se redundará en la calidad de los servicios de salvamento.
¿Por qué el alcalde sería socorrista? Supongamos que el alcalde de Vigo camina por la zona del puerto vigués en compañía del presidente de la Autoridad Portuaria junto al concejal de Seguridad, Movilidad y Gestión Municipal. En un momento dado del paseo matutino, el presidente de la Autoridad Portuaria se resbala y se precipita al mar. El concejal de Seguridad intenta agárralo, pero también se cae al agua. El alcalde se queda perplejo pero ve que en esa zona del puerto hay un “SOS Punto Naranja” y toma la rápida decisión de socorrerles a los dos tirándose al agua, pulsa el botón de alarma, se coloca el arnés enganchado a la línea de vida y se lanza al mar sabiendo que cuando les alcance y los asegure tan solo tiene que “pulsar el botón” de recuperación.
En unos poco minutos el alcalde de Vigo habría recuperado a dos personas del mar sin mayor problema, tan solo un poco mojado.
Alguien diría, ¿qué irrealidad? Pues no lo es. Como dice el escritor Mario Vargas Llosa: “Una sociedad democrática necesita ciudadanos responsables y críticos, conscientes de la necesidad de someter continuamente a examen al mundo”. Así que una persona comprometida con sus ciudadanos no escatimaría esfuerzo alguno si sabe que cuenta con “SOS Punto Naranja”.
Esto misma podría suceder en la playa de Samil, que con una distancia de unos 1.500 metros de punta a punta podría ser cubierta con la instalación de cuatro o cinco dispositivos “SOS Punto Naranja”. Una playa donde su paseo es muy concurrido a lo largo de todo el año, y si no es verano los servicios de socorrismo en el lugar no están activos. De esta manera, bien sea el Alcalde u otro ciudadano comprometido no dudaría en lanzarse al agua para salvar la vida de aquel que lucha por sobrevivir en las aguas de nuestra ría, que son más bien frescas.