Cuando se cumplen dos años de la llegada de Roy Alonso al Monte Real Club de Yates, el que fuera entrenador olímpico de la clase Laser Radial, coordinador del Centro Especializado de Alto Rendimiento de Santander y director técnico de la Real Federación Española de Vela, nos habla de cómo ha cambiado la gestión deportiva del club baionés.
Nuevos barcos, nuevas estrategias y nuevas acciones que han empezado ya a dar los resultados esperados. La Escuela de Vela del Monte Real Club de Yates tiene en la actualidad 123 alumnos en sus diferentes modalidades de vela ligera y crucero, la mayor parte de ellos de Baiona y otros puntos de la provincia de Pontevedra. Presta además servicio a numerosas asociaciones y entidades de personas con diversidad funcional, ofreciendo actividades y cursos de vela adaptada a cerca de 50 personas durante todo el año.
–Nos gustaría empezar esta entrevista echando la vista hacia atrás para que nos cuentes cómo han sido estos dos últimos años en Baiona, ¿qué balance haces de los cambios introducidos en la Escuela de Vela?
-La valoración es muy positiva a todos los niveles. Cuando me llegó la posibilidad de poder trabajar en el Monte Real, la directiva siempre fue muy proactiva al deporte de la vela, y eso fue algo que me animó mucho para coger este proyecto. Además, el cuerpo técnico que tenía el club era muy bueno, solo había que reconducir a cada uno hacia aquello en lo que realmente eran específicos; y con las nuevas incorporaciones fuimos capaces de aumentar la capacidad técnica de la escuela en muy poco tiempo. Ahora tenemos una escuela estructurada y con una planificación dentro de cada grupo de trabajo con los alumnos de la escuela que nos está dando muy buenos resultados.
–Uno de los cambios más importantes de la Escuela ha sido la introducción de un nuevo tipo de barco, el Cyclone. ¿Por qué la apuesta por esta embarcación?
-Estaba buscando un barco colectivo que fuera más completo de los que se estaban utilizando en la actualidad en Galicia, y que se pudiera utilizar tanto para niños como para adultos. Y este barco tenía las características que buscaba. Lo importante es que fuera una embarcación rápida, sencilla y de fácil manejo en la que se pudiera enseñar lo más parecido a las embarcaciones que luego se usan al salir de una escuela. Con esto conseguimos más diversión y aprendizaje para los alumnos, que salen más preparados para cualquier tipo de embarcación.
–Por lo que veo, uno de los objetivos sigue siendo que los niños, cuantos más mejor, se acerquen al mar y disfruten del mundo de la vela, pero lo cierto es que son muchos los que siguen pensando que se trata de un deporte elitista. ¿Es posible desmitificar esta idea?
-Cuando un alumno entra en una escuela, sea niño o adulto, puede venir para disfrutar y aprender de la navegación a vela o puede tener el gusanillo de la competición. Cuando solo vienes a navegar para aprender y divertirte solo tienes los gastos de la mensualidad, que se mueve entre los 50 y los 65 euros, según edades. Bueno, y después la ropa que te compres para navegar cómodo, y aquí ya sabemos que hay empresas que venden marcas deportivas a precios más asequibles. Cuando a alguien le pica el gusanillo de la competición y quiere ir más allá, hay dos posibilidades. La primera es comprarte un barco y el material, y aquí todo depende de lo optimizado que esté. El ejemplo está muy claro si lo comparamos con las bicicletas. Para pasear y hacer deporte las tienes desde 200 euros, pero si quieres mejor material o algo para competir, los precios pueden sobrepasar los 6.000 euros con facilidad. Pues en la vela pasa lo mismo. La segunda opción es que te guste competir y no tengas o no quieras gastarte ese dinero. En este caso, si logras enrolarte en alguna embarcación de regata que necesite tripulantes, solo tendrás el gasto de la licencia federativa y la ropa específica.
-Otro de los problemas es que muchos clubes se han acabado convirtiendo en entidades puramente sociales con muy poca vinculación con el mar, principalmente por falta de afición de sus socios. ¿Cuál es la situación del Monte Real con respecto a este tema?
-Por desgracia es algo que suele pasar en los clubes náuticos. Creo que nosotros vamos en el buen camino y cada día hay más socios que se involucran en el deporte de la vela, por la parte de escuela con familiares o ayudando en la progresión de los alumnos de la escuela. El club ha invertido en los últimos dos años en material deportivo y equipo de trabajo y con esto hemos conseguido involucrar al socio más en el deporte y esperamos seguir avanzando en esta línea. A día de hoy, el porcentaje de socios en la Escuela de Vela es del 25 por ciento. El 75 por ciento restante de los alumnos no son socios del club, una cifra que también es muy importante para nosotros, porque implica abrir el Monte Real al exterior, a Baiona, a la provincia de Pontevedra y a todo aquel que quiera practicar vela con nosotros.
-Cuando llegaste al club dijiste que “en el Monte Real hay un gran potencial dormido y es mi intención despertarlo e impulsarlo, aprovechar la grandeza de este histórico club para sentar las nuevas bases de un futuro que promete”. ¿Cómo llevas ese objetivo?
-Sigo pensando lo mismo y poco a poco vemos que la evolución es muy buena. Estamos incrementando el número de eventos y barcos en las diferentes competiciones que realizamos y conseguimos una satisfacción por parte del deportista que viene al club a competir. Y por el lado de la escuela tenemos mucha más demanda y una gran actividad tanto de fin de semana como de semana. Nuestro afán siempre es mejorar y seguiremos en esta línea, porque nos llena de satisfacción cuando tanto el regatista como los alumnos están contentos con todas las actividades que se realizan en el club.
-¿Qué ofrece en la actualidad el Monte Real Club de Yates a todo aquel que quiera navegar?
-Intentamos ofrecer unos cursos que las personas que quieran disfrutar de ellos aprendan y disfruten de la navegación a vela. En los cursos anuales tenemos vela ligera y equipos de regatas para niños. Son cursos que se imparten durante los fines de semana para menores de edad con precios muy asequibles, entre los 40 y los 60 euros. Además, trabajamos con varias asociaciones de personas con diversidad funcional, niños tutelados y menores con problemas de conducta. Y para adultos tenemos vela ligera y crucero, tanto en fin de semana como durante la semana, con un precio de 65 euros mensuales. En este grupo, además de enseñar a navegar a vela, se hacen muchas dinámicas de navegación nocturna, aprender a fondear, atracar, navegación costera, etc. Ofrecemos también clases particulares, por si algún alumno necesita horarios diferentes a los marcados o si tiene su propia embarcación y quiere aprender más sobre ella. Y en verano tenemos mucha más oferta lúdica y de ocio.
–Este año, como novedad, habéis incluido también en la escuela cursos de PNB, PER, Patrón y Capitán de Yate, y los archiconocidos cursos RYA (de la Royal Yachting Association), para los que aún hay que esperar a la homologación. Va a ser, sin duda, un gran salto cualitativo, ¿qué expectativas tienes puestas en este tipo de formación?
-Así es. Firmamos un convenio para poder realizar titulaciones náuticas ENAL, los títulos nacionales de manejo de embarcaciones de recreo; y también los famosos cursos RYA. Daremos también cursos de navegación de altura, de manejo de electrónica, y otras muchas cosas. La verdad es que tenemos una de las escuelas más completas de España.
–Con la puesta en marcha de los cursos RYA, el Monte Real se convierte en el primer club de Galicia y de todo el Cantábrico en ofrecer este tipo de formación. ¿Cree que el resto de escuelas gallegas acabarán por ofrecerlos también o no hay tanta demanda como sucede, por ejemplo, en el Mediterráneo?
-Son cursos muy específicos, con una mayoría de clientela más bien extranjera, por lo que con una academia en el norte de España debería ser más que suficiente. Estas titulaciones tienen una mayor demanda en el Mediterráneo porque los yates sí obligan a sus tripulaciones el sacar las titulaciones RYA. En Galicia de momento no tenemos tanta demanda turística. Ojalá.
–¿Cómo ves la situación de las escuelas de vela en Galicia?
-Creo que hay clubes que lo están haciendo bien y otros que podrían mejorar. Hay escuelas con material muy viejo y así es difícil ofrecer algo interesante. Para hacer de la vela un deporte atractivo hay que renovar materiales, estar al día y ofrecer variedad.
–Y en ese escenario que nos acabas de dibujar… ¿dónde se encuentra la Escuela del Monte Real? ¿Cuál es su situación en comparación con el resto de escuelas?
-No me gusta compararme con ninguna escuela, pero sí creo que en el Monte Real estamos avanzando hacia una escuela muy completa y moderna. Cada vez traemos más barcos y productos nuevos para hacerla más atractiva y también buscamos un ambiente de comodidad y diversión.
–Y ahora que ya conocemos mucho de lo que se hace y se va a hacer en la Escuela MRCYB, cuéntanos, ¿por qué deberíamos participar en alguno de vuestros cursos o actividades?
-Te puedo dar varias razones. La primera es que, para navegar a vela, las Rías Baixas tienen unas condiciones de mar y viento perfectas. Por otro lado, los cursos que impartimos tienen unos precios muy asequibles y que permiten que ninguna persona que quiera navegar se quede sin hacerlo por dinero. Y por último, tenemos una variedad tan grande de productos para hacer vela que puedes engancharte en muchísimas cosas diferentes. Seguro que alguna te gusta.