Un total de 24.044 millas de navegación a vela alrededor del mundo, sin paradas ni ayuda externa, virando los cabos de Buena Esperanza (Sudáfrica), Leeuwin (Australia) y Hornos (Chile); es el reto al que se enfrentan por octava vez los mejores navegantes solitarios del mundo a bordo de sus veleros monocasco de la Clase IMOCA 60.
La participación en esta octava edición de la Vendée Globe ha superado todas las expectativas de la Organización gala al contar con 29 participantes; para una regata tan dura y exigente que se disputa cada cuatro años desde su inicio en 1989. Evento que en Francia tiene más repercusión mediática que el mejor Tour de France de ciclismo; de hecho, ayer la salida de la regata en France3 tuvo una audiencia de 1,6 millones de telespectadores, y en el puerto de salida de Le Sables d´Olonne se contabilizó cerca de 350.000 espectadores a lo largo de los muelles, playas y litoral.
Los vientos favorables en el golfo de Vizcaya permitieron que la flota alcanzase las costas gallegas esta mañana. Los navegantes solitarios han podido exigirles un buen ritmo a sus veloces veleros, con velocidades medias superiores a los 16 nudos. Velocidades que les ha dado alas para que a las tres de esta tarde empezasen a cruzar el paralelo de Vigo (* Latitud: 42.2154941). El primero ha sido el “Hubo Boss” del británico Alex Thomson, seguido del francés Armel Le Cléac´h con el “Banque Populaire VIII”, a 0,7 millas del primero.
Casualidad, el paso por el paralelo de Vigo está siendo el punto de decisiones tácticas paras los solitarios, porque los vientos de componente norte les obligará a trasluchar; unos decidirán el bordo por mar, más a poniente, y otros el bordo de tierra, que les acerca a nuestras costas y las lusas.
Y un dato muy importante, dentro de tres meses volveremos a tener a esta flota cruzando el paralelo de Vigo dirección norte, hacia la línea de llegada en Le Sables.
La nota triste para los aficionados españoles ha sido la avería del “Ocean Planet One Ocean” a los pocos minutos de iniciarse la regata, que obligó al navegante catalán Dídac Costa retornar a puerto. Su equipo ha informado:
50 minutos después de la salida, Dídac Costa detectó un problema en la quilla y, al entrar en la cabina para ver qué sucedía, vio que había agua en el barco. Inmediatamente desconectó toda la electrónica para evitar daños mayores y decidió regresar a puerto para poder revisar a fondo todo el sistema eléctrico, que ha resultado afectado. “Lo más prudente, y también lo más fácil para hacer reparaciones, era volver”, comentó el navegante barcelonés al llegar a muelle.
La avería la provocó el arraigo de uno de los tanques de agua que se usan para equilibrar el barco. Como resultado, el velero se llenó de agua de mar, y ello afectó distintos elementos eléctricos.
Están intentando reparar el barco lo más rápido posible, cuentan con apoyo de otros equipos, y tiene de tiempo días para que pueda volver a cruzar la línea de salida.
Lo malo de este imprevisto es el tiempo que perderá respecto a la flota que ya navega hacia el Ecuador, pero lo bueno es que lo podrá reparar en puerto con la mayor garantía; de pasarle el incidente en los mares del sur lo tendría muy complicado.