La cita con la tradición de la costumbres jacobeas y la práctica del deporte de la vela, partirá desde las instalaciones del Liceo Marítimo de Bouzas el próximo sábado 3 de agosto, con nueve etapas por delante en las que la flota, que alcanza las 25 unidades, recorrerán distintos entornos del espectacular paisaje costero del vecino país de Portugal, arribando en Viana do Castelo, donde las autoridades lusas han preparado un excelente programa de actos que contempla desde la asistencia al Festival de Jazz, en el Campo da Herba, hasta la visita al espectacular buque hospital Gil Eannes o el Museo do Traxe portugués.
Tras dos jornadas retomarán el camino de vuelta hasta Baiona, tocando puertos de las Rías Baixas en días sucesivos como Cabo de Cruz – Boiro, en la Ría de Arousa; Portosín, en la de Muros y Noia, en su tránsito más al norte, Pobra do Caramiñal, nuevamente en la de Arousa, y regreso hasta Bouzas, el día 10 de agosto.
En esta peregrinación jacobea, y durante su estancia en el municipio de Porto do Son, el concello de la localidad contribuirá al traslado de los peregrinos hasta Santiago de Compostela para asistir a la Misa del Peregrino que se celebrará con tal motivo, siendo el encargado de realizar la Ofrenda al Apóstol, Luís Oujo Pouso, Alcalde de la localidad sonensa.
La Asociación Amigos de la Ruta Marítima del Apóstol Santiago a Galicia, que preside Javier Grande, es la encargada de organizar la travesía, una cita con la tradición y la mar que traza una derrota marítima de alrededor de 200 millas náuticas.
La ruta, que simboliza la travesía de “La Traslatio” del cuerpo del Apóstol Santiago, rememora la leyenda del Cabaleiro das Cunchas, un noble medieval muerto por una lanza a las orillas de Bouzas, sucumbiendo a la vida en el interior de sus aguas, y devuelto a la misma con el paso del cuerpo del Apóstol, saliendo de la mar a lomos de su caballo recubierto de conchas, atribuyéndose el milagro al mismo Santiago.
Desde el año 2010, la Asociación de Amigos de la Ruta Marítima, promueve la iniciativa, uniendo Portugal con Galicia, para llevar a los peregrinos hasta Santiago, incentivando la Compostela que se les otorga en la misma Catedral, tras la celebración de la misa y la bendición.