Equinoccio, noche igual. Ocurre dos veces al año, en 20 o 21 de maro y el 22 o el 23 de septiembre, ese día la noche y el día tiene la misma duración de tiempo en todos los lugares de la Tierra debido que la distancia de los polos terrestres se encuentran a la misma distancia del Sol.
Pero este momento solo se produce en una fecha y hora determinada, anunciando el cambio de estación. Este año 2015 el equinoccio primaveral se produjo a las 22:45 horas del pasado 20 de marzo; y el equinoccio otoñal se producirá el 23 de septiembre a las 08:20 horas. Durante este fenómeno astronómico también hemos tenido mareas vivas, producidas por los efectos de la Luna (que no vamos a explicar ahora), realmente son mareas equinocciales, y de regalo un eclipse parcial de Sol el viernes 21, que se ha podido ver en infinidad de lugares, en Vigo la mayor concentración en la playa del Vao.
Pues si se vive en las costas atlánticas de la Península Ibérica, uno se puede quedar perplejo de cómo las mareas alcanzan una mayor altura, o descenso, de lo normal. Llegando casi a cubrir algunos muelles, o a descubrir rocas nunca vistas anteriormente. Y en el caso de la ría de Vigo se ha podido ver como la marea casi cubría el morro del muelle del puerto deportivo del Real Club Náutico de Vigo; o como la marea corría con velocidad en las playas de Cesantes (Redondela), Meria (Cangas), Ladeira (Baiona), etc . Por cierto, ya se sabe que con las mareas hay tener controlado los cabos de amarre el muelle, no sea que a alguno se le quedo la embarcación colgada en la baja mar.
Monumento al Capitán Neno en la playa de Cesantes, ría de Vigo
A la velocidad de un caballo al galope. Es una frase muy conocida en el litoral atlántico francés, el que la marea empiece a subir y que alcance a un caballo antes de que este llegue a tierra firme desde la orilla. Esto se debe a que la pendiente en muchas playas del Canal de La Mancha es muy leve, y en especial en la bahía de Mont Saint-Michel, a lo que se le suma la propia orografía del Canal. La velocidad de un caballo al galope puede ser de unos 55 km/h., una persona corriendo puede superar los 30 km/h. (un súper atleta llega a los 39 km/h.); así que el dicho popular cuando ve la marea cabalgar es una buena referencia de velocidad.
La orilla del mar se encuentra a unos kilómetros de la abadía de Mont Saint-Michel, del siglo VIII / IX, donde su amplitud llega a los 13,6 metros de media, y que este año se ha superado con los 14,5 metros de altura; y que no se volverá a producir con este nivel hasta dentro de 18 años y unos días. Así que los que deseen vivir la experiencia tendrán que esperar hasta el equinoccio primaveral de 2033.
Y como las fuerzas de la naturaleza son imprevisibles y espectaculares, cada año acuden millares de personas a la localidad de Mont-Saint Michel a ver cabalgar la marea. Todo un negocio para los del lugar.
Por cierto, a la marea de Mont Saint-Michel le gana la canadiense de la bahía de Fundy que llega a los 21 metros.